Siempre que subo a un avión, rumbo a un nuevo destino, pienso en lo agotador que debe ser el tener la profesión de asistente de vuelo. Horas y horas de pie atendiendo a pasajeros que muchas veces no se caracterizan por su educación y amabilidad. Sin embargo, están obligados siempre a mantener una sonrisa en el rostro y a mostrar la mejor de sus caras… ¿te has preguntado alguna vez qué es lo que realmente piensan cuando te ven entrar y te saludan con un amable “bienvenido a nuestra aerolínea”?
1. “Debo dar la impresión de que este vuelo será maravilloso”
Frente a cualquier percance, poner la mejor cara y, aunque estés haciendo una tarea que requiere de mucha concentración, como verificar los pasajes, tu rostro debe estar radiante. Sin embargo, bajo este impecable aspecto, hay varias preguntas que un asistente de vuelo se está haciendo al mirarte…
2. “¿El pasajero parece intoxicado?”
Si hay un pasajero intoxicado, claramente no lo querrás en el avión; puede convertirse en un gran problema. Puede transmitir enfermedades a otros tripulantes, a pasajeros, o bien, llevar gérmenes al país de destino.
3. “¿El pasajero tiene una actitud odiosa hacia el personal?”
Claramente, se trata de un problema que debe ser abordado antes del despegue. ¡Si no podría perturbar a muchos otros!
4. “Quien se sienta en la salida de emergencia, ¿luce capacitado para actuar en caso de necesidad?”
Si esa persona sufre algún tipo de problema que lo descalifique para ocupar ese puesto, claramente deberás reubicarlo: debilidad corporal, se trata de un niño, de un anciano, de alguien que no habla el idioma del personal o de alguien que sufre una discapacidad. Quien esté a cargo de abrir la escotilla en caso de emergencia, debe ser alguien fuerte, con todos sus sentidos alerta y que hable nuestro idioma.
5. “¿El pasajero es suficientemente fuerte y musculoso para ayudarme en una situación de emergencia?”
Si ves pasar a alguien fuerte, quizás musculoso y joven, memorizarás su rostro y su asiento. En caso de tener que cambiar a la persona que se sienta en la salida de emergencias, él o ella pueden ser una muy buena opción. Pero también pueden ser de gran utilidad en una situación de ataque contra el vuelo; un musculoso es siempre un buen recurso cuando uno se encuentra en problemas.
6. “¿Ese pasajero es parte de la aerolínea?”
Las aerolíneas cuentan con muchos profesionales entrenados para ser de ayuda en caso de emergencias, por ejemplo, un médico o un mecánico. En un instante de necesidad, pueden transformarse en miembros del equipo en un dos por tres.
7. “¿Ese pasajero luce temeroso a volar?”
Una tarea del perfecto asistente de vuelo es dar consuelo a quienes temen volar. Ese pasajero, se irá tremendamente agradecido.
8. “¿Ese pasajero parece llevar una mascota de contrabando en su cartera?”
Créanme, ha sucedido y es más usual de lo que se imaginan.
9. “¿Ese pasajero parece llevar alcohol de contrabando en su bolso?”
Por supuesto, aún más usual.
10. ¡Pero cuando ya todos salen, los pensamientos del asistente de vuelo por fin se relajan!
“¿Alcanzaré a comerme algo antes del próximo vuelo?”,”¡Qué ganas de quitarme este maldito uniforme!” o simplemente “Ya quiero irme a casa…”
Así que la próxima vez que tomes un vuelo, ten compasión por quienes desempeñan esta digna y agotadora labor.