La reportera ambiental Louise Gray creció alimentándose de los animales que su padre mataba en la granja en donde vivían, sin embargo y a medida que creció nunca se preguntó de donde provenía realmente la proteína que adquiría en la tienda. Fue allí en donde tomó la drástica decisión de comer única y exclusivamente los animales que ella misma había matado.
A raíz de la inédita experiencia, Gray decidió escribir un libro que tituló “La carnívora ética: Matar para comer”. En éste, la reportera relata que el proceso comenzó cuando intentó cazar a un conejo para posteriormente comerlo, sin embargo su disparo falló y sólo generó que el pequeño arrancara tras haber quedado mal herida. En ese preciso instante, quiso desistir del proyecto, sin embargo hoy ya lleva más de 700 en las mismas prácticas.


A pesar de que creyó que se trataba de una práctica estúpida el hecho de matar a un animal tan sólo para alimentarse, Gray quería establecer una conexión con la carne que comía, por lo que continuó. La reportera manifiesta que todas las personas que consumen carne, deberían tener mayor consciencia sobre cómo un animal llega hasta su mesa.
“Siempre he sido una amante de los animales, sin embargo nunca hice un esfuerzo para cuestionarme de donde venía mi proteína”.
Gray establece que además de responder sus propias interrogantes, el proyecto busca que otras personas desarrollen consciencia sobre lo que hay en su mesa, ya que el consumo de carne está prácticamente al interior de todas las culturas a nivel mundial.
“Me di cuenta que muchas personas querían averiguarlo. Mi trabajo como escritor es responder este tipo de preguntas, así que decidí escribir un libro sobre este proyecto”.



Gray comenzó alimentándose de ostras y peces, pero posteriormente aprendió a disparar en contra de pequeñas especies como palomas y conejos. Con el transcurso del tiempo y casi seis meses después del comienzo del proyecto, Gray aprendió a cazar ciervos. La reportera cuenta que su primer asesinato fue realmente traumático, sin embargo éste le “enseñó” sobre “responsabilidad”.
“Me sentí culpable la primera vez. Ese sentimiento nunca se fue, pero lo acepté. Cada vez que como carne un animal ha muerto y yo diría que se tiene que asumir la responsabilidad de eso. La culpa creo que es una emoción negativa. La responsabilidad sugiere que vamos a tomar ese sentimiento y examinarlo y a continuación, decidir si se está dispuesto a hacerlo de nuevo. Decidí que estaba dispuesta a hacerlo de nuevo”.
“Siempre siento la responsabilidad de lo que estoy haciendo. Traté de ser lo más humano posible y usar cada corte de la carne. Creo que si más gente entiende de donde proviene la carne, ellos podrían apreciar a los animales más y ver la carne como una golosina, y no como un alimento básico”.