Me engañaste, pero todas las noches lucho conmigo misma para no llamarte, no escribirte, para no pensarte
Hace mucho tiempo no tenía una noche de confesiones, a decir verdad hace mucho tiempo no era sincera conmigo misma. Me he mentido estos últimos meses, le he mentido a los demás. Me he mentido diciendo que estoy bien, fingiendo ser fuerte, cuando en realidad estoy rota, con un vacio que no me permite respirar. Ya me cansé de estar bien ante los demás, porque he sido dura y fría conmigo, con todos. Decir que ya no me dueles, que no me importas, pretender que mi vida va cuesta arriba, cuando en realidad no es así…

No sé qué estuvo tan mal conmigo, tal vez no fui lo que esperabas, tal vez solo te aburrí. Me duele que me hayas mentido para irte de mi lado, pero me creí todo porque hasta en el último momento confié en ti, confié ciegamente en ti, como no lo había hecho antes, con nadie. Pero un día la verdad llego a mí, por alguien y también la vi yo. Pero me negaba, no te creía capaz, y mucho menos porque tú me lo habías dicho el día que me dejaste, dijiste que no te ibas por alguien más…

Pero a las tres semanas de que te marchaste me demostraste lo contrario, se lo confesaste a alguien, estabas enamorado, pero no de mí. La verdad me destrozó, te creía diferente al resto, aún no me explico por qué no tuviste las agallas suficientes para decírmelo. Lo hubiera entendido, pero ahora estoy llena de coraje, no te odio, pero me hierven las venas cada que lo recuerdo, pero algo extraño es que al mismo tiempo de sentir tanta rabia, me quiebro, me doblo y me siento muy vulnerable.

Este tiempo que te marchaste me sirvió de algo, me permitió mantenerme fría y de alguna manera tranquila. Pero hoy no, esta noche no es así. Hoy todos los recuerdos cruzaron por mi cabeza, hoy las lágrimas que pensé se habían evaporado volvieron a surgir, esta noche en la oscuridad de mi cuarto me permito ser yo, me permito admitir lo mucho que te extraño, lo mucho que te necesito. Que a pesar del daño, me doy cuenta que te perdonaría ciegamente todo, que estaría dispuesta a borrar todo si es por ti y comenzar de cero, porque aún te sigo queriendo.
Te marchaste cuando comenzaba a crecer lo que sentía por ti, hoy ya no siento esas mariposas, ya no me siento nerviosa al verte, pero me sigues moviendo algo en mi interior, aún me haces temblar. Creo que pude llegar a amarte, y por primera vez comencé a sentir eso, ese sentimiento grande, tan fuerte que me asustaba decirlo, pero en verdad me enamore de ti, tanto que sentía perder la cabeza, y creo aún la sigo perdiendo.
Me es muy duro verte toda la semana entre clases, es algo con lo que he aprendido a lidiar, pero ya estoy cansada de estar “bien” frente a ti y de los demás, duele el doble fingir que todo va bien, ser indiferente es muy duro.
Necesito saber de ti, no sabes las ganas que tengo por abrazarte una vez más, todas las noches lucho conmigo misma, lucho para no llamarte, no escribirte, para no pensarte.
Sé que la felicidad no depende de nadie más, solo de mí, pero desde que te fuiste no me siento completa, me acostumbré a vivir mis días con un vacío, con un nudo en la garganta, tanto que siento que ya es normal sentirme así. No me interesa estar con alguien más que no seas tú, y si tengo la oportunidad de estar con alguien inconscientemente la comparo contigo y es que nadie va a ser igual que tú, ya nada me llena.

Me siento estúpida, porque me haces daño, me haces sentir de lo peor cuando te veo, me dejas muy claro que ya no te intereso, tu indiferencia lo dice todo, sé que no vale la pena seguir pensando en ti, en los dos. Que mi coraje no dura lo suficiente, porque me ablando, pero hoy soy consciente que lo poco que queda de mi corazón sigue latiendo firme por ti. Ya no tengo razones para seguir esperando algo de ti, pero ya no se qué hacer con este dolor. Pero, ¿qué hago con todo el amor que me faltó darte?, ¿qué hago con mis ganas de besarte, de abrazarte?
Nuestros caminos se siguen cruzando y estoy consciente de que así va a hacer por varios años, con parejas diferentes, con nuestras vidas separadas, pero cruzadas de alguna manera, tal vez aprenda a vivir con eso, tal vez no.
Pero de algo estoy segura, es que voy a seguir enamorada de ti, a pesar del daño, de los años. Porque perdono pero no olvido, pero el primer amor nunca se olvida y mi secreto es que eso fuiste para mí, el primero, y yo para ti solo una de las muchas locas enamoradas, nadie especial, solo una más…