La inocencia de los niños puede ser muy chistosa
Una profesora de primaria escribió hace algún tiempo una historia que contó una de sus alumnas acerca el nacimiento de su hermano pequeño para una actividad de clases. La historia fue tan divertida que inmediatamente se volvió viral en Internet. Esta es la historia traducida al español:
“He estado haciendo clases por casi 15 años. Y tengo dos hijos, pero la mejor historia de un nacimiento que conozco es una que vi en una clase de segundo grado hace unos años atrás. Generalmente la actividad de “mostrar y contar” es bastante aburrida. Los niños llevan sus tortugas, modelos de aviones, fotos de peces que pescaron, cosas como esas. Yo nunca, pero nunca les he puesto limitaciones. Si quieren hablar de la escuela pueden hacerlo.
Un día, a una pequeña niña llamada Erica, quién era brillante y muy extrovertida, le tocó su turno de hablar y se presentó al frente de la clase con una almohada puesta debajo de su chaleco. Además traía una fotografía de un niño. “Este es Luke, mi hermano bebé, y voy a hablarles acerca de su nacimiento. Primero mami y papi lo crearon como un símbolo de su amor. Luego papi puso una semilla en el estomago de mi mamá. Luke creció ahí dentro. Él comió por 9 meses a través del “cordón de paraguas” (N. de la R.: la niña confunde umbilical con umbrella que es paraguas en inglés)”. Ella estaba parada con sus manos sobre la almohada y yo trataba de no reír, deseando tener una cámara de video andando. Los niños la miraban asombrados.
“Después, como hace dos sábados, mi madre comenzó a hacer: ‘¡Oh, oh, oh!'”. Erica puso una mano en su espalda y comenzó a gemir. “Ella caminaba alrededor de la casa, como una hora: ‘¡Oh, Oh, Oh!'”. En ese momento la niña comenzó a hacer esa histérica caminata de pato, con una mano en la espalda y gimiendo. “Mi papá llamó a la ‘media esposa’ (N. de la R.: la niña confunde midwife o matrona con middle wife). Ella entrega bebés, pero no tiene un letrero en el coche como el tipo de la pizzería. Ellos hicieron que mi madre se recostara en la cama así”. Erica se acuesta con su espalda hacia la pared. “Y luego, ¡pop! Mi madre tenía esta bolsa de agua que guardaba en caso de que él estuviera sediento. Y esta explotó y se derramó por toda la cama así ¡pssheeeew!”. La niña tenía sus piernas abiertas y con sus pequeñas manos imitaba el agua fluyendo. ¡Era demasiado!
“Luego la ‘media esposa’ comenzó a decir: ‘puja, puja y respira, respira’. Empezaron a contar, pero nunca pasaron el 10. Luego, de la nada, salió mi hermano. Estaba cubierto de cosas asquerosas que ellos decían que era del “centro de juegos” (N. de la R.: la niña confunde placenta con play-center), así que deben haber muchas cosas adentro de eso”.
Luego, Erica se paró, hizo una gran reverencia teatral y volvió a su asiento. Estoy segura que fui la que más fuerte aplaudió. Desde ahí en adelante si tengo que hacer esta actividad llevo una cámara de video en caso de que otra Erica aparezca.
¿Divertida historia o no?
