Su cara no tiene precio.
Esta simpática Husky se llama Yuka, y está acostumbrada a que su dueño, Julio, le dé siempre el último bocado de su comida. Por eso siempre que él está comiendo ella se acerca sabiendo que va a recibir su recompensa. Pero recientemente Julio decidió terminarse toda su hamburguesa y no dar el último pedazo a Yuka. Afortunadamente tenía la cámara en la mano para inmortalizar la expresión de decepción del animal.
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La cara de decepción es épica. Yuka mira a su humano como diciendo: “¿cómo has podido? No me esperaba esto de ti”. Por suerte para ella parece ser que fue un incidente aislado, y todos los días sigue recibiendo su último bocado.
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Julio ha aprendido una valiosa lección: con los sentimientos de los Huskys no se juega. Si no me crees mira lo que le pasó a esta chica que fingió que lanzaba la pelota a su perro.
Fingí que lanzaba la pelota y he capturado el momento exacto en el que mi perro se dio cuenta de que le había traicionado.