El mundo de los videojuegos cada vez presenta productos más realistas en donde casi puedes sentirte dentro del escenario, a veces siendo atacado por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial o siendo la estrella en el campo de futbol. Pero esos juegos no se acercan ni un poco al realismo que presenta este nuevo título.
El videojuego “That Dragon, Cancer” se centra en en Joel Green, un niño de cinco años cuya enfermedad está en fase terminal, y la vida de sus padres Ryan y Amy. Además: ahí solo se tiene una vida. Cuando acaba, todo termina.
Los Green realmente existen. Viven en Colorado y han trabajado en este proyecto durante 3 años junto artistas y diseñadores. El juego se basa en las experiencias de Ryan al enfrentar el cáncer de Joel, quien murió mientras se desarrollaba la idea.
Este proyecto mezcla animaciones y realismo para transmitir el estado emocional de la familia durante la enfermedad de Joel. Gran parte del juego consiste en mostrar recreaciones de la vida cotidiana como mensajes telefónicos y las visitas al hospital. Una escena sucede en una habitación que se inunda cuando el médico dice que ya no hay más tratamientos para Joel.
Durante el juego, también se puede escuchar la risa de Joel y las oraciones de sus padres, quienes son cristianos.
Aunque las interacciones son limitadas, personajes como John Sharp, autor de “Works of Game”, un libro que estudia la relación entre los videojuegos y el arte resalta la importancia de esta creación:
“Pienso que recordaremos este proyecto como un punto de quiebre, como un momento en el que se repensó lo que la gente podía hacer con la interactividad”.
Intencionalmente, hay restricciones en los controles del jugador para transmitir los sentimientos de impotencia y desesperación que la familia experimentó.
Pero este no es el primer videojuego que muestra situaciones de la vida de forma realista. En 2008, fue lanzado ‘Gravitation‘ de Jason Rohrer, el cual permite al jugador controlar a un papá que realiza actividades comunes con su hijo como jugar a la pelota, o en casos extremos, abandonarlo.
Incluso, se dice que el clásico “The Legend of Zelda”, fue una reproducción de las exploraciones de Shigeru Miyamoto en una cueva al noroeste de Kioto, Japón.
‘That Dragon, Cancer’ ha tenido buena aceptación de los críticos y expertos pero sus ventas no han sido tan buenas, según las aspiraciones de los Green. Se han vendido apenas unas 10 mil copias. Menos de lo que esperaban para el tiempo que se ha invertido.
¿Te atreverías a jugarlo?