La Villa Kitayama se encuentra a tres horas de Osaka (Wakayama), Japón. Tal vez no es el destino turístico más conocido del mundo, pero ofrece a los turistas una experiencia de rafting única. Si has hecho rafting alguna vez, sabrás que las personas van sentadas en balsas inflables con chalecos salvavidas y remos. Pero en Kitayama las cosas no son así.
Allí, las personas se arriesgan a bajar por las corrientes del río en unas balsas de madera. Esta actividad está inspirada en la tradicional industria de la madera en Japón; hace muchos años, la madera cortada se ponía en en balsas como estas y luego se lanzaban por el río. Así se transportó por más de 600 años. Hasta 1970, la actividad fue presentada como actividad turística (y se realiza de mayo a septiembre).

Pero hay algo más allá de las balsas que hace llamativa la actividad.
Quienes se atreven a hacerlo, van parados y sin remos.

Las personas se ubican en una fila y durante todo el recorrido, sólo se apoyan en unas barandas metálicas que hay a los lados.

A parte, lo que más impresiona es en realidad el talento de los guías.

Estos hombres manejan estos “botes” como dioses.
No utilizan salvavidas. Simplemente botas, sombrero y un remo que no se ve para nada ligero.

Cuesta unos 53 dólares por adulto (la mitad para niños). ¿Pagarías por hacerlo?