Vladimir Kanevsky solía ser un arquitecto de la URSS, hasta que decidió mudarse a Estados Unidos para vivir el sueño americano. Era un joven lleno de sueños y ambiciones. Aún no cumplía 30 años. Sin embargo, la falta de conexiones y experiencia, le complicaron la vida, y lo obligaron a hacer algo que nunca hubiese imaginado.

Comenzó a confeccionar flores de porcelana y a ganar dinero. Las odiaba, pero para su intriga, se hacían cada vez más populares entre la elite de Nueva York. Todos los diseñadores, coleccionistas y famosos comenzaron a comprarlas. Sus colecciones se presentaron en los museos y galerías más destacadas del mundo. Y bueno, marcas como Dior le pidieron trabajos personalizados.

¿Y qué hace tan maravillosas sus flores? Además de lo delicados que son los modelos, y del trabajo de pintura que es realmente impresionante, este artista se preocupa de añadir pequeñas imperfecciones como tallos doblados, manchas o picaduras de insectos con la intensión de que sus creaciones se vean aún más realista.
“Es una de las pocas personas que conozco que casi puede competir con la madre naturaleza”.
– dijo la famosa coleccionista Caroline Roehm en una entrevista. –
Cada obra le puede demorar hasta un mes. Están inspiradas en los cuadros botánicos de los siglos 17 y 18 en Europa, y con respecto a los precios, van desde los 3.000 dólares por una malva, a los 20.000 por un gran grupo de lilas.

Todos los detalles de su trabajo los podrás conocer a través de las imágenes que compartimos a continuación. Te aseguro desde ya, que te deslumbrará con su talento, delicadeza, elegancia y realismo.













¿Qué te pareció el trabajo de Vladimir Kanevsky?