¿Recuerdas cuando Paris Hilton estaba en todos lados? Literalmente. Estaba en todos lados. Podía estar en una fiesta en Japón y tomar un avión para al mismo tiempo estar lanzando su perfume en EEUU. Si es así, de seguro dejaste que su sentido de la moda afectara en cierta medida el tuyo. Porque Paris Hilton es una de las fashionistas más importantes de los inicios del nuevo milenio, aunque ahora sus decisiones parezcan un poco… Extrañas. Estas son las 17 veces en que inspiró tu vida:
1. Cuando MORÍAS por tener uno de estos vestidos para it a tu fiesta de graduación
2. Cuando te alentó a no tener miedo de rebajar tus jeans más abajo de tus caderas
3. Cuando te presentó los lentes transparentes para ver el mundo con otros ojos
4. Cuando te dejó claro que una flor en tu cabeza NUNCA está demás
5. Cuando te demostró lo fabuloso que se veía un flequillo hacia el costado, sobre todo si tenías una amiga que te acompañara
6. Cuando te enseñó lo importante de combinar rosado con MÁS ROSADO
7. O lo fácil que es verse como una celebridad destrozada mientras usas un gorro estampado con lentes gigantes
8. Cuando declaró que las chaquetas y guantes se pueden ocupar en cualquier ocasión
9. Y que no hay nada mejor que muchas amigas para acompañar tus mini vestidos
10. Cuando se sacrificó para probarle al mundo la importancia de tomar riesgos en la moda
11. Cuando incorporó en tu vida los cinturones con hebillas de corazón a un costado
12. Cuando te hizo querer convertirte en una niña malcriada para ser mejores amigas
13. Y también cuando exploró su lado oscuro para que jamás tuvieras miedo a hacerlo tú también
14. Cómo olvidar cuando te animó a decidir que las chaquetas deportivas combinaban perfectamente con jeans de pierna ancha… Y TACONES
15. Cuando desafió al mundo usando una falda que parecía hecha de harapos y que intentaste imitar de inmediato
16. Cuando pensó “QUIERO TODO BLANCO” y a ti te pareció una de las decisiones más valientes en su vida
17. Porque si hay algo que te enseñó Paris, es tener la confianza para hacer lo que quieras y jamás arrepentirte. ¡Larga vida a la heredera!
