No existe nada más placentero en el mundo que llegar a tu cama y lanzarte en ella como si fuera la última cosa que vas a poder disfrutar en el mundo. Y es así como la disfrutas. Por eso la idea de compartirla te suena un poco desagradable… Es decir, ¿por qué querrías compartir la única cosa que te ha dado las alegrías más grande tu vida? Exacto, tu cama no se comparte.
1. No tienes “tu lado” de la cama porque toda la cama es tuya
2. El placer de tener todas las cubiertas para ti no se compara con nada
3. No tienes ningún problema en admitir que te gusta la cama solo para ti
4. Has tenido que decirle que no vas a compartir la cama a tus amigos más preciados
5. Siempre estás pensando en buscar una cama más grande para tener aún más espacio solo para ti
6. Entras en desesperación cada vez que alguien sugiere la idea de quedarse a dormir contigo
7. Y las pijamadas solo te parecían una buena idea si cada persona tenía su propia cama
8. De lo contrario…
9. Has intentado dormir con alguien más en tu cama
10. Pero el resultado ha sido mucho más que desastroso, porque simplemente no puedes estar tranquilo
11. Todavía no existe una cama en todo el mundo que pueda reemplazar la que tienes
12. Y tus amigos siempre te preguntan si pueden dormir contigo, cuando ya saben cuál será la respuesta…
13. Estar en una relación y dejar entrar a tu cama a alguien no es algo que se te de fácilmente
14. PORQUE NO ENTIENDES CÓMO LA GENTE PUEDE ACURRUCARSE JUNTA Y VERSE ASÍ:
15. Y te preocupa la idea de eventualmente llegar a compartir la cama con alguien, porque perderías algo muy personal para ti… Pero sabes que solo el verdadero amor valdría la pena
