Viajar es maravilloso, de eso no hay duda. No importa si es por 5 días o por un año, el estar en un país distinto es una experiencia única e inolvidable por la que todo el mundo debería pasar alguna vez. Si eres un viajero incansable, probablemente estás acostumbrado a todas las cosas que suceden siendo un turista. Pero si nunca has viajado o sólo has hecho viajes familiares en los que tus responsabilidades eran pocas, puede que no estés preparado para todo lo que significa embarcarse en una aventura como esa. Aquí te contamos sobre 8 cosas inevitables de los viajes que muchas veces quedan ocultas tras las hermosas fotos y anécdotas divertidas, pero que todos deberían saber antes de llegar a un lugar nuevo.
1. Te vas a perder
No conozco a nadie que no se haya perdido alguna vez. Ya sea porque tu mapa está en otro idioma o porque alguien te dio instrucciones muy confusas para llegar a tu destino, un viaje siempre implicará momentos en que no sabrás dónde estás. Muchas veces disfrutarás estar perdido, ya que es un lugar nuevo y siempre habrá mucho por ver y descubrir, pero si estás volviendo al hotel en la madrugada y sientes que has caminado el doble de lo que deberías, definitivamente no será muy entretenido.
2. Todos se darán cuenta de que eres un turista
Desde el momento en que te bajas del avión, es probable que comiences a actuar como un turista, porque créeme, eso se nota. ¿Cómo identificar a un turista? Probablemente estarán sacando fotos de todo lo que ven, muchas veces los encontrarás mirando un mapa y son los primeros en dirigirse a la tienda de souvenirs. Además del idioma o el acento, claro está. Es totalmente normal que actúes como turista, ya que no conoces el lugar, no sabes dónde está cada cosa y cómo funciona todo. No es un problema, simplemente no podrás evitarlo.
3. No sabrás las costumbres y el idioma
Además de la diferencia obvia del idioma, hay muchos países que tienen costumbres muy distintas a las que conocemos. Esto podría traerte ciertos problemas, ya que será difícil para ti comunicarte para preguntar cómo llegar a un lugar, por ejemplo, o podrás pasar malos momentos porque no sabías que debías comportarte de cierta forma o usar alguna ropa específica. Por ejemplo, algunos países no te permiten entrar a ciertos lugares sin cubrir tu cuerpo de pies a cabeza, y en otros países es mal visto dejar propina en los restaurantes. ¡Y para qué hablar de las formas de saludar! Es todo muy confuso, por lo que deberás investigar sus costumbres antes de ir.
4. Extrañarás tu hogar
Puede que hayas salido de tu casa con una actitud independiente, pensando que tres semanas por tu cuenta sería algo fácil, pero no siempre es tan así. Generalmente nos volvemos más vulnerables al estar en un lugar que no nos es familiar. Si viajas solo o con amigos puede que empieces a extrañar a tu familia, tal vez extrañarás a tus mascotas, o nada más que tu insuperable cama. O tal vez lo que extrañas en el fondo es esa sensación de estabilidad, que no se hace presente cuando estás todo el tiempo moviéndote y haciendo planes.
5. Se aprovecharán de ti, a veces
Es inevitable encontrarte con personajes desagradables durante un viaje. El taxista que no tiene taxímetro y que nunca sabrás si te cobró correctamente o inventó el precio, el cajero que te da menos vuelto porque se da cuenta de que no conoces bien las monedas, o el vendedor de la calle que te hace “descuentos”, que probablemente eran mayores al precio original. Recuerdo una vez que pagué 5 dólares por un jugo natural en la calle en Nueva York, y un minuto después el vendedor le cobró 7 dólares a mi hermano. ¡Si tienes suerte no te encontrarás con nadie así!
6. Te harás amigo de otros turistas
Otra cosa inevitable es que tus mejores relaciones sean con otros turistas. Ya sea que vengan de Australia, Rusia o México, el estar en la misma situación siempre genera un vínculo especial. Algo muy útil es identificar turistas cuando vayas a algún museo o monumento, así podrás seguirlos hacia las filas donde debes pagar sin perderte y posteriormente les podrás pedir que te saquen una foto. Verás como después te piden que les devuelvas el favor. ¡A mi me sirve mucho!
7. Aparecerá tu orgullo patriótico
Al estar en otro país, algo que te pasará a diario es que te preguntarán de dónde vienes. Puede que en un principio sea extraño hablar de tu país si la otra persona no lo conoce, pero con el tiempo te irás dando cuenta de que está lleno de gente que sí lo hace y cada vez te sentirás más orgulloso de tu tierra. Vas a desear que te pregunten y vas a querer contar todo lo que en tu país se hace distinto, todas las cosas bonitas que tiene e incluso disfrutarás enseñando algunas palabras. Personalmente me sorprendí mucho cuando en mi último viaje me topé con muchísima gente que había estado en mi país natal, y era muy divertido verlos tratando de hablar español o pronunciando el nombre de algún futbolista de la selección.
8. Quedarás deseando más
Viajar es adictivo. En un principio sueñas con conocer una ciudad, luego llegas ahí y quieres conocer otra, y así se va agrandando cada vez más tu lista. Empezarás a conocer tantas culturas y tantos lugares impresionantes que te preguntarás qué más tiene el mundo para ofrecerte y no querrás parar nunca. Si viajar es un sueño o una pasión para ti, te darás cuenta de que con esfuerzo todo se logra y que nadie te detendrá. ¡A viajar!