Esta carta no es para decirte lo mal que la he pasado o lo mucho o poco que he llorado. Me volveré loca si no te comparto algo. Te he escrito y seguiré escribiéndote para intentar canalizar lo que siento. Invertí unos días intentando entender cómo es que llegamos aquí. Luego me di cuenta de que ya lo había entendido todo. Eso fue un alivio porque ahora podía pasar a aceptar lo que pasa y así poder estar en la fase de progresión.
No me quiero sentir atorada. Podría formularte las palabras perfectas que hicieran dudar esta decisión pero esta vez, si algo nos debemos, es seguir adelante. Me prometí si algún día llegaríamos a este punto de nuevo, el dolor que sintiera tendría que valer la pena; llega un punto en el que te das cuenta de que por mucho que arregles algo, ya no va a funcionar igual. Quizá nos aferrábamos al amor que nos tenemos, cegándonos de los dilemas constantes; aunque cualquier pareja no es perfecta.
No me cansaré de decirte que me enseñaste muchas cosas y crecí mucho estando a tu lado. Seguiré creciendo pero en otras áreas aparte del amor. Recuerdo cuando sentía algo similar y estaba segura de que no volvería a amar a alguien como lo había hecho y de repente llegaste tú y amé más de lo que esperaba; aunque me da miedo ese pensamiento, el no encontrar a alguien que sienta lo que sentí contigo, no perderé la fe. No es nuestro momento y no sabemos si algún día lo volverá a ser.
Tomaste la difícil decisión de apartarte de mi lado aún habiendo amor. Tomaste la difícil decisión de elegir por ti y no tomar en cuenta lo que tenia que ofrecerte. Son decisiones que en su momento no entendía y que con el paso de los días me fui acostumbrando a no tenerte como opción. No puedo negar que hay días en los que quisiera desahogarme, hacer berrinche y correr a ti pero ya no somos, ahora solo soy.
Me he dado cuenta de que aunque el amor es un concepto universal, cada quien tiene su manera de demostrar e interpretar el amor; es algo en lo que después de tanto tiempo al parecer no sintonizamos. No podemos decir que alguien no nos amó por el hecho de que no lo demostró de la misma manera. Amar realmente es un arte en el cual participa mucho la comunicación para así poder transmitirlo en un idioma en el que el receptor pueda interpretar; eso nos falló. Lamentablemente logré entender eso cuando ya no estás para recibir lo que puedo transmitir, pero afortunadamente lo aprendi de ti. A veces nos enfocamos tanto en lamentar lo que perdemos que no nos damos cuenta que aún hay mucho que vivir y experimentar. Cada quien es distinto y aceptamos el duelo de diferente manera, pero el resultado final es el mismo; aceptar, asimilar y seguir adelante.
En resumidas cuentas: a todo nos podemos acostumbrar, pero el amor no es una rutina.