El alcohol es un arma de doble filo en todo sentido. Puedes pasarlo muy bien mientras estás bebiéndolo, pero si no tienes cuidado luego puede jugarte en contra y causar serias consecuencias. Por eso no es nada extraño que sus efectos inmediatos sean tan entretenidos, pero sus efectos secundarios te hagan arrepentirte de todo. Incluso haber nacido. Si has estado con resaca, intenta reconocer la mayor cantidad de estas etapas por las que de seguro has pasado:
1. La etapa de despertar en el mundo real
Probablemente la más devastadora de todas. Abres los ojos, mueves un poco la cabeza y sientes que tu cerebro se ha derretido, para luego convertirse en piedra volcánica. Algo muy parecido a lo que deben sentir los bebés cuando respiran por primera vez al nacer. La tragedia recién comienza.
2. La etapa de la boca seca
De a poco sigues reconociendo el estado en que se encuentra tu cuerpo, tu boca se declara incompetente para seguir produciendo saliva. De hecho, la poca saliva que te queda… Se siente más bien como pasta de dientes. No hay agua cerca, pasas a la siguiente etapa.
3. La etapa de enfrentar la luz del sol
Necesitas descubrir qué está pasando contigo, pero como tu cuerpo es humano, necesitas ver para poder pensar con claridad. Abres las cortinas y el sol atraviesa tu cabeza dejándote sin recuerdos. Quedas inconsciente, pero te recuperas. Tu cuerpo te ha traicionado de nuevo.
4. La etapa de no entender absolutamente nada
Está claro que tu cuerpo ya no está funcionando, falló todos tus intentos por demostrarte que todo está normal. Te sientas, tratas de pensar, te quedas mirando un punto fijo durante media hora tratando de decidir qué sigue después de aceptar tu muerte.
5. La etapa del cuerpo sensible
Tienes que hacer algo porque no te acomoda seguir pensando en la muerte, sin embargo, tu cuerpo empieza a sufrir inexplicables dolores de una persona de la tercera edad, descubres músculos que nunca supiste existieron en tu cuerpo y hasta la piel te duele.
6. La etapa del espejo que nunca miente
Camino a la mejor solución que pudiste descifrar con menos del 1% de tu cerebro funcionando, te enfrentas al espejo y a muchas verdades: Tu piel está seca, eres transparente, tienes un moretón que no puedes explicar y tus ojos SE CAYERON DE TU CARA. No están, no existen.
7. La etapa de la ducha
Puedes haber perdido todo, pero la esperanza jamás. La ducha va a llevarse todo tu dolor, toda tu incertidumbre, pero te equivocas nuevamente. Cada gota de agua es una aguja que se queda en tu piel y a pesar de no lograr nada, te quedas ahí esperando salvarte.
8. La etapa en que repudias toda la comida
Piensas que la comida puede solucionarlo todo, pero al mismo tiempo en que lo piensas, te das cuenta de que tu cuerpo no está de acuerdo. Así que responde con nauseas, mareos y asco. Pero eres fuerte y lo haces, sabes que comiendo algo te vas a sentir mejor.
9. La etapa de la sed extrema
El agua ha dejado tu cuerpo para siempre. Así que la mejor forma de volver a considerarte un humano, es entrar a una piscina llena de agua y no salir hasta haberla consumido por completa. El agua es vida, jamás lo olvidarás.
10. La etapa de los recuerdos
Con un poco más de vitalidad y energía en tu cuerpo (gracias agua y comida), el cerebro vuelve a funcionar. ¿Eso es bueno? NO. Ignora todo lo que tu cerebro te recuerde, porque está tratando de sabotear tu intento por volver a ser una persona. Te divertiste, es lo único que importa.
11. La etapa del sueño agotador
Lo lograste, estás volviendo a estar completo. Pero el sueño ataca y te hace sentir que has perdido la mitad de tu cuerpo en una pelea con gorilas que apestan a alcohol. Duermes, te entregas por completo a las capacidades sanadoras del sueño, al despertar serás alguien nuevo.
12. La etapa de la sinceridad
Aún quedan restos de la resaca, sin embargo ahora tú tienes el control de tu cuerpo. Hablas con tus amigos, juntos logran armar la serie de eventos sin orden lógico en tu cabeza y prometes no volver a ponerte en esta situación. Puede que sea una mentira, pero es justo lo que necesitas.