No todos los días sucede algo tan histórico que podamos registrar para la posteridad. Pero cuando la Iglesia católica y la iglesia ortodoxa comienzan a dar pasos para acercarse y, de alguna manera, comenzar a dar fin a los casi mil años que han mantenido distanciados a millones de creyentes desde el siglo XI, no podemos decir que sea algo para olvidar pronto.
Este viernes 12 febrero 2016 se llevará a cabo el hito marcado por el primer encuentro en casi un milenio entre la principal autoridad del catolicismo y Kiril, líder del patriarcado ortodoxo más grande del mundo: el ruso.

El encuentro es el hito que marcará una seguidilla de acercamientos que, poco a poco, muestran cierta disposición de ambas partes por reencontrarse luego del cisma del cristianismo, en que el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla (considerado “primero entre los patriarcados iguales“) se excomulgaron mutuamente.
Pero ¿qué los distanció?
Para el año 1054 (en que ambos se excomulgaron), el conflicto ya tenía siglos de gestación. Se habían separado en varios parámetros, partiendo por el cultural. Mientras en occidente, se hablaba latín, en oriente bizantino, se seguían las tradiciones helenísticas griegas.

No obstante, la cultura no era lo más importante para llegar a pelearse por tanto tiempo. una de las principales razones para el distanciamiento fueron las diferencias teológicas.
Mientras la iglesia occidental basó su rezo en el Espíritu Santo, proveniente del concepto del “padre y el hijo“, los ortodoxos prescinden del hijo, pensando sólo en el padrea creador. Además, ambas iglesias conciben definiciones diferentes del ‘purgatorio‘, terminando en dos doctrinas que no hacen más que ir por vías distintas.
Philip Goyret es vicerrector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma y, en una entrevista a la BBC, explicó lo siguiente
“‘Filioque’ (que significa ‘del hijo’) es la única palabra que ha generado concilios, guerras y malentendidos. Por ella nos hemos peleado un milenio.”

Cuando ambas iglesias se excomulgaron durante el siglo XI, Europa estaba en proceso de evangelización y tanto ortodoxos como católicos se peleaban cada misión. Goyret también explica que siempre ha habido un conflicto de poderes entre ambas facciones.
Es importante destacar que, cuando el comunismo y el bloque soviético reprimieron al catolicismo, entregaron los templos a la iglesia ortodoxa y que, cuando cayó el muro de Berlín, los católicos quisieron recuperarlos cuanto antes.
Los ortodoxos vieron eso como “intentos de expansión católica en Rusia” y eso no les gustó, explica Philip Goyret.

Otro de los temas inconclusos del conflicto es la decisión de cómo se debe dirigir una iglesia correctamente. Mientras el Papa es la única figura principal de autoridad en la Iglesia Católica, la ortodoxa no cree en esta jerarquía vertical y prefiere dividirse en diferentes patriarcados iguales entre los que sólo se considera al de Constantinopla como “primero entre iguales“, que tiene cierta preeminencia pero no rige sobre toda la iglesia.
La iglesia ortodoxa tiene 200 millones de fieles en el mundo y sólo 10 mil son de Constantinopla. El patriarcado de Moscú tiene 120 millones. Por otra parte, en todo el planeta hay cerca de 1200 millones de católicos repartidos.
Desde el año 2009, el patriarcado ruso, dirigido por Kiril, se relaciona muy estrechamente con el poder político del país, permitiéndonos ver muy de cerca al patriarca junto a Vladimir Putin constantemente. La oposición en Rusia no ve esa sintonía con muy buenos ojos y suele criticarla abiertamente.

Lo que tiene a muchos fieles contentos, es que, luego de que Francisco se presentara como “Obispo de Roma” al ser elegido como Papa, la asistencia del Patriarca de Constantinopla a la toma de posesión del líder católico marcó un precedente para esta reunión.
Después, en noviembre de 2014, el Papa dijo abiertamente a Kiril
“Iré adonde quieras. Llámame y yo voy.”
De todas formas, en Ucrania sigue viva una parte de la discusión ya que la Iglesia Católica Greco-Ucraniana (la segunda más grande del país), que sigue ritos orientales, sigue respondiendo a Roma y eso no tiene contentas a las autoridades en Rusia.
