¿Qué mejor que comerte un tomate que creció en tu propia casa? Todos aquellos que tienen huertos, ya sean grandes o chicos, conocen los privilegios de comer verduras y frutas plantadas y cosechadas con sus propias manos. Si bien no es algo difícil, requiere dedicación y una serie de especificaciones que ayudarán a tus semillas a convertirse en hermosos vegetales. Ya sea que estés empezando o lleves un tiempo pero no has tenido buenos resultados, te invitamos a revisar estos 9 pasos para que tengas ese huerto que tanto deseas.
1. Descubre cuáles son las cosas que puedes plantar

No todos lo suelos son iguales y no todos los climas son iguales. Por esto es importante que investigues acerca del tipo de suelo que hay en tu región, que te fijes en el clima, las épocas lluviosas, la intensidad del sol y qué tipo de cultivos no se dan en tu zona. Eso te servirá como guía para elegir y cuidar a tus plantas en el futuro.
2. Elige lo que vas a cultivar

Ahora que ya tienes una lista de opciones te toca tomar las decisiones. Estas dependerán del tipo de jardín o huerto que quieras tener, si quieres una zona con muchas flores o tal vez quieres plantar vegetales y frutas para consumir en tu hogar. Se recomienda a los principiantes empezar con cosas fáciles, como las lechugas y tomates, que son fáciles de plantar y cosechar y siempre servirán en la casa.
3. Asegúrate de tener las herramientas necesarias

Claro que nada de lo que has hecho sirve a menos que tengas los utensilios correctos. Lo principal es una pala, que puede ser grande o chica, dependiendo de la zona que ocuparás. Es importante también que tengas unas tijeras de podar y un buen par de guantes para proteger tus manos.
4. Elige un lugar para plantar

El lugar es fundamental. Es ideal que escojas uno donde llegue sol durante el día, que tenga buen suelo y en el que puedas tener acceso al agua fácilmente. Si vives en un lugar con poco espacio, una buena opción son las jardineras de plástico que puedes poner en un lugar soleado.
5. Dale vida a tu tierra

Existen muchas opciones para aquellos que no tienen un suelo óptimo para plantar. Agregar compost o alguna otra materia orgánica puede ayudar a obtener mejores resultados. Sería ideal que pudieras hacer un test que te indicara tu tipo de suelo, pero si no puedes basta con que camines alrededor de tu hogar para ver el tipo de plantas que tienen tus vecinos, ¡o simplemente pregúntales!
6. Fertiliza

Agregar un buen fertilizante le otorgará los nutrientes necesarios a tus plantas durante la mayor parte de las temporadas. Todos los suelos poseen una cierta cantidad de nutrientes pero esto se altera cuando cultivas, por lo que puedes optar por completar su alimentación agregando los nutrientes por tu cuenta.
7. ¡A ensuciarse!

¡Llegó el momento! Ahora que todo lo demás está listo, puedes plantar tus semillas. No olvides leer antes la información que traen las semillas, ya que generalmente te indica en qué mes del año debes empezar a sembrarlas. Para saber qué cuidado aplicar a cada una, puedes hacer notas con información que te lo indique al lado de cada planta, y con el tiempo ya las irás reconociendo y se te hará más fácil.
8. Cuida de tus plantas

Es importante que recuerdes que el trabajo no ha terminado, ya que es imprescindible que cuides de tu huerto todos los días y con mucha dedicación. Además de regar, debes preocuparte de que otras hierbas que tu no plantaste crezcan, impidiendo el crecimiento de las tuyas. Así que remueve todos esos brotes que interrumpan tu trabajo.
9. ¡A cosechar!

La espera terminó. Guíate con la información de cada planta para saber cuando están listas y por fin podrás cosechar. Tus tomates, lechugas o cualquier planta que hayas escogido están listos para que los disfrutes en tus comidas. Esta etapa no sólo te brindará alimentos sino que también te otorgará un espacio relajado y de reflexión que disfrutarás más de lo que te imaginas.