Si has convivido con alguien excesivamente amable seguro has pensado que esa persona no planea nada bueno. Eso es lo que nos confirma la ciencia. Un nuevo estudio dado a conocer en la Reunión Anual de la Asociación de Lingüística revela que quien es demasiado cortés es más propenso a traicionar que sus compañeros menos educados.
Resulta que uno de los signos CLAVE DE TRAICIÓN es la cortesía.

En un esfuerzo por comprender la traición, los investigadores estudiaron el juego ‘Diplomacy’, el cual consiste en que los jugadores actúan como países de antes de la Primera Guerra Mundial y deben formar alianzas para ganar. Sin embargo, los jugadores no tienen los dados y no hay manera formal para mover las cosas. En lugar de ello, lo único que los jugadores tienen a su disposición es su capacidad de comunicación. Como el título del juego sugiere, tienen que ser “diplomáticos” con el fin de formar alianzas y reunir información. Los jugadores deben conseguir el apoyo de otros a través de “persuasión y astucia”, según el estudio.
Los investigadores trataron de ver si podían prever signos de traición basados en el uso del lenguaje de los jugadores. Y pudieron confirmar la frase del premio Nobel, François Mauriac:

Los investigadores se dieron cuenta de que los jugadores excesivamente amables, fueron más propensos a traicionar a los demás.
“En particular, la traición inminente es señalada por los cambios repentinos en el equilibrio de los atributos de conversación como sentimientos positivos, cortesía y discurso estructurado”.
Según Science News ser amable es una buena estrategia. Nadie espera nada y luego en el momento perfecto, puedes golpear a tu oponente. Aunque la traición es difícil de explorar y predecir, un equipo fue capaz de predecir cuando la traición iba a pasar en el 57 por ciento del tiempo durante el juego Diplomacy.
Aunque esta conclusión se limita a un experimento social, tiene un poco de sentido el conocer a otra persona a través de la amabilidad para luego traicionarla ¿O no?