Tener que compartir una casa o habitación con alguien es todo un desafío. Más en la universidad, cuando a veces no eres tú quien elige con quien hacerlo, y el azar puede jugarte tanto a favor como en contra. Es a quien verás todos los días, y lo ideal sería llevarse bien. Cuando pasas la barrera y la confianza alcanza un nuevo nivel, se abre un nuevo mundo de posibilidades y aventuras…
1. Más que un compañero de casa, sabes que has encontrado a un amigo
2. Pasan mucho tiempo juntos haciendo las cosas más ridículas
3. Han aprendido a compartir todo y preocuparse por el otro
4. Cuando quieren estar en soledad y no hacer nada, son los cómplices perfectos
“Está perfectamente bien mirar televisión todo el día”.
5.
6. O esos días en que quieres olvidarte del mundo y no sabes con quién
7. El espacio privado se ha perdido en su hogar
8. Sabes que cuando pasas un día sin él/ella, lo extrañarás
9. Inventan pasos de bailes, sus propias palabras y fechas especiales
10. Es quien te escucha cuando las cosas andan mal
11. Y sabes que cuando están enfermos o se sienten mal, pueden confiar en el otro
12. No importa lo molesto que seas, te siguen soportando hasta el final
13. Y cuando te sientas mejor harán una fiesta para celebrarlo. Aunque sea sólo entre ustedes dos
14. Juntos vuelven a la infancia, es como tener otro hermano adoptivo
15. La mejor parte: se comparten ropa y todo lo que necesitas ¡Realmente no sabes que harías sin esta persona!
