Adolfo Almarza desde muy pequeño tuvo talento y habilidad para practicar todo tipo de deportes. Él estudiaba en una escuela rural de la ciudad de Melipilla en Chile. A los 12 años fue seleccionado de básquetbol y le tocó viajar con su equipo hacia Argentina. Lamentablemente, el chofer que conducía el autobús en ese trayecto se quedó dormido provocando un grave accidente. Ese día Adolfo perdió sus dos piernas y pensó que toda su vida había llegado a un fin.
Sin embargo, gracias al apoyo de su familia y el trabajo constante en Teletón, una famosa fundación chilena que ayuda a rehabilitar a personas con alguna discapacidad, Adolfo logró aprender a caminar con prótesis. Se demoró cuatro meses en dar sus primeros pasos pero de ahí siempre se exigió más. Un día, como parte de su rutina de ejercicios, se le asignó una bicicleta estática y esto le gustó tanto que luego intentó montar una normal. Fue un amor a primera vista porque de ahí no quizo bajarse más.
El veía a sus amigos saltar y andar muy rápido y quiso hacer lo mismo. Demoró más de 1.200 días de práctica, cuatro años, en poder aprender a dar pequeños saltos pero eso no le impidió seguir mejorando. Hoy, a sus 27 años, es el único deportista en el mundo que está corriendo a un nivel profesional de descenso en bicicleta sin piernas.
“Hoy en día, yo te puedo decir que arriba de mi bicicleta y disfrutando con mi familia, soy la persona más feliz del mundo”.
Mira un inspirador video con su historia:
¡Simplemente un grande! Un ejemplo de lucha, muy inspirador.
