Esperaba demasiado, deseaba más de lo aceptado y evitaba ilusiones de amor
Siempre he sido fría de “corazón”, pero necesitaba una u otra excusa para justificar mi aislamiento con las relaciones y es por ello que culpo a un miedo absurdo pero potente en mí, que ejerce su efecto en cada parte de mi cuerpo, mente y alma sin piedad. Viví con la esperanza de amar, y amé, amé tanto como a nadie que me quedé esperando devolver esos besos que alguna vez fueron tuyos, pero siempre sentí que era poco para mucho.

Mis esperanzas junto a ti se fueron desintegrando cada vez que nos empeñábamos en conocer más del otro, en liberar nuestra alma con mensajes de texto en los que hablábamos con cierto aprecio y cariño, un recuerdo en el que no podíamos dejar de compartir esos momentos cursis a los que no estaba acostumbrada. Siempre me dijiste ”eres hermosa”, “me gusta tu personalidad”, pero yo no lo sentía así, creía que no era cierto y que tus palabras eran de consolación y de lástima. Algunas discusiones mostraban nuestras fortalezas para mantener algo a la que consideramos importante, pero nada fuera de lo normal.

Esa historia de amor que había iniciado tuvo un fin sin explicación alguna… he sido desconfiada de sí misma y temo a no ser nada para alguien por lo que decidí terminar con ello, sentí que no era la indicada para ti, que no era linda del todo y que no era sincera conmigo. No duró y no resultó. Perdí a alguien que una vez en mi vida quise, el día en que decidí dejarte ir te dije adiós para siempre sabiendo que posiblemente no era lo correcto. Creía que podías aburrirte de mí, que era ridícula para un chico como tú y que nunca podría haber un quizás dentro de nuestra posible historia…

El miedo se ha convertido en uno de mis mayores temores por lo que también se ha convertido en una de mis metas de superación, es aquel miedo que no me permite valorarme por lo que soy, que obstruye los sueños que alguna vez creí poder alcanzar… es aquel miedo por el que estoy luchando.
El miedo nos hace sentir débiles, un miedo por el que probablemente no exista, sin embargo, toma al miedo como una fortaleza para tu vida a la que puedes ir sobrepasando paso a paso para llegar a ser feliz. Lucha por ti y por lo que deseas, acéptate por lo que eres y aprende en creer en ti, no permitas que aquel temor invada tus pensamientos, tus ideales y sobre todo tu corazón.