Eres más asertivo y enfocado, lo que te hace más fuerte ante el resto
Por más que quisiéramos tal vez que el mundo fuera así, no estamos rodeados solo de personas sonrientes por las que salen rayos de sol de todas partes. Ni de pura alegría. Todos tenemos días buenos y malos, así como también tenemos personalidades y ánimos distintos. Entre quienes son extremadamente felices, y los aquellos que tienen una nube negra en la cabeza, están los intermedios.
Porque vamos a hablar de aquellas personas que son malhumoradas – pero mantienen el equilibrio. Porque que tengas esta característica, puede ser bastante positivo.
Si estás esperando algún impulso para tomar una decisión importante, con esta publicación te decimos: ¡sal adelante! Tienes todas las herramientas emocionales a tu favor. Pues, según un estudio de la Universidad de Gales del Sur, un toque de negatividad en el carácter impulsaría a un pensamiento más analítico, pudiendo poner las cosas en perspectiva de mejor manera.
Por lo mismo, serías mejor manejando situaciones de estrés, tomando decisiones y comunicando. Como uno de los investigadores, Joe Forgas, lo plantea: “Mientras que el ánimo positivo promueve la creatividad, flexibilidad, cooperación […], el ánimo negativo te hace más atento, con un pensamiento más cuidadoso, prestando más atención al ambiente externo“.
Quienes tienen más carácter también son menos susceptibles a ceder ante otras opiniones, por las que serían buenos líderes juntando todas estas características. Son más honestos y no temen enfrentar a las personas. Lo mismo se avala en otro estudio a cargo de la doctora Kate Harkness, que concluye que tendrían una mirada más analítica, sabiendo definir más a la gente.
Pero, como Forgas explica, se trata de personalidades, no de trastornos, caso en el cual podría ser realmente negativo. Además, grandes personajes como Abraham Lincoln y Winston Churchill han sido descritos como personas con un toque de mal humor en su carácter. Ellos llegaron lejos, ¿por qué tú no?