Una hermosa forma de hacer valer el tiempo
Encontrar qué hacer con tu vida cuando eres joven es una pregunta que atormenta a muchos. Trabajar para ganar dinero y cumplir con lo socialmente correcto o buscar algo que llene tu espíritu más que tus bolsillos.
Carolynn Box se quedó con la segunda. En 2011 decidió partir con un amigo desde San Francisco, Estados Unidos, a Namibia para unirse a una expedición de la organización sin fines de lucro 5 Gyres, que se encarga de navegar por diferentes lugares del mundo con el fin de organizar investigaciones sobre la contaminación de los océanos y limpiarlos del invasivo plástico que aparece por montones.

Un estudio reveló que en 2010 entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas métricas de plástico entraron a los océanos, lo que da una idea de lo abrumadora y ardua que resulta la tarea de limpiarlo. Sin embargo, 5 Gyres y sus voluntarios han logrado restaurar playas, a través de programas internacionales de ciencia ciudadana y del desarrollo de leyes que prohíben microesferas de plástico de los cosméticos.

El primer viaje de Carolynn demoró 33 días. Una vez en tierra firme y de vuelta a su trabajo de gestión costera en California, no podía dejar de pensar en las enormes cantidades de plástico que seguían en el océano y las que llegarían minuto a minuto. Por eso, en 2012 decidió unirse permanentemente a la organización, ya no como voluntaria, sino que como parte del equipo.
Hoy es la directora de los programas de educación ambiental de Gyres 5. Parte de su labor es entrenar a los voluntarios de las expediciones y apoyar a la nueva ola de navegantes que lo hacen por primera vez.

“He estado en seis viajes por océanos y es muy raro que extraigamos una muestra que esté libre de plástico. En la mayoría, cada muestra única que recopilamos tiene fragmentos de plástico. Eso es realmente muy poderoso cuando estás en un viaje en el medio del Atlántico Sur. Al ver todos estas muestras (contaminadas), se enciende un fuego en ti. Algo tiene que cambiar”, comentó Carolynn.
Esto no nos asombra…sobre todo después de saber que existen 5 billones de partículas de plástico en nuestros océanos.