Ser mujer ha sido algo difícil, pero lo difícil enamora
Definitivamente he tenido un crecimiento muy bonito. Mis padres me hicieron una niña de principios, valores y moral, y estoy agradecida profundamente con ellos. Me enseñaron muchas cosas; dentro de ellas a respetar, a amar, a valorar a las personas y valorarme como mujer, a ser amable, amigable, y muchas cosas que si me pongo a detallar, no termino. Sin embargo lo que no me dijeron durante todos estos años es que ser mujer no era tarea fácil.
Y es que ser hombre debe ser muy divertido; esa sencillez, el tener mayor libertad de género, andar sin camiseta cuando sea, poder sentarse sin tener que cruzar las piernas, poder caminar la calle sin temor a que alguien te diga obscenidades o sin sentir ese peligro de que algo malo te pase, no tener la preocupación de qué ponerse al salir, etc. Tal parece que en el mundo masculino, todo es más relajado. Claro está que también tienen sus complicaciones, pero quizás no a nuestro nivel.
A estas alturas, ser mujer parece ser una maldición. Generalizando -claramente hay bastantes excepciones-, se sufre más en el amor, eres más susceptible, tienes que aguantarte esos días de periodo, tienes que pasar por nueve meses de embarazo y sentirte vulnerable ante cualquier cosa, debes caminar con inseguridad en la calle, aguantar los comentarios de hombres morbosos, aguantar que te vean como objeto, a veces te transformas en lo que los hombres piensan por tener cuerpo bonito, sino te insegurizan las estrías, la celulitis y el rollito. Tus padres te sobre protegen solo por ser mujer, debes seguir un sin fin de reglas sociales, te estereotipan, dejas de ser dama por querer liberarte, no puedes alzar la voz porque sino te estás volviendo grosera, debes seguir las instrucciones de una “señorita”, entre muchas otras cosas.
Sé que muchas mujeres me entienden, estoy pasando por un momento en el que me encuentro a solas y me pongo a pensar acerca de mi diario vivir. En algún momento llegué a pensar “estoy cansada de ser mujer y de pensar en reglas. Rico haber sido hombre para evitar tanta cosa”. Y estuve reflexionando mucho acerca de esto, hasta que llegué a la conclusión: MUJER, ¡ERES FANTÁSTICA!
Porque detrás de todo eso, hay una mujer que se preocupa de sí misma, una mujer que se preocupa no solo por ella sino por las personas que la rodean, una mujer cumplida y responsable, una mujer que anhela ser madre.
Ser mujer ha sido algo difícil, pero, lo difícil enamora; todas estas vivencias me han vuelto fuerte, me han hecho la gran persona, hija, nieta, amiga y novia que soy. Todo esto lo vivimos las mujeres porque somos un ser maravilloso, un ser al que la vida le pone pruebas porque la vida sabe de lo que estamos hechas.
Ser mujer es eso que complementa al gran ser que es el hombre, porque somos humanos, igual de potentes, pero sí, más sensibles, más comprensivas, más profundas, más intensas.
No hay mejor maldición que la de ser mujer. ¡Amo serlo!