Por qué los hombres nunca deberían utilizar sandalias abiertas

Nada que hacer, los pies son feos…

Comienza el verano y todos los hombre empiezan a exhibir sus no estéticos pies al utilizar sandalias abiertas. Para algunos esto puede ser un verdadero pecado de la moda y el mal gusto. Y es que los pies de hombres se asemejan más a los de un Hobbit, con las uñas largas, callos, sin olvidar a los hongos que se asoman de vez en cuando por los dedos.

@elenaandlua

El debate sobre los zapatos de hombres abiertos no es algo nuevo, todos los veranos surge entre los aficionados a la moda. Y es que todos los años surgen nuevas versiones de las espantosas Birkenstocks y Tevas.

Pero sin lugar a dudas esta tendencia llegó a su límite cuando Marc Jacobs lanzó su lookbook  de la temporada primaveral 2016. En él se podía ver a un modelo luciendo un impecable traje acompañado de unas sandalias.

¡Y eso que son los pies de un modelo!

MARC JACOBS

A pesar de que sea una tendencia en las pasarelas, en el mundo real las sandalias son inapropiadas. Esta bien utilizarlas cuando te encuentras disfrutando en un día de playa o en la piscina, ¿pero en la ciudad? Definitivamente NO

Y Ruthie Friedlander, la editora web de ELLE, está de acuerdo con esto:

“Un hombre con una sandalia en cualquier lugar que no sea una playa (y me refiero literalmente en la arena) realmente no está bien”.

-Ruthie Friedlander-

Pero afortunadamente existen algunas opciones de zapatos veraniegos para aquellos que quieren limitar el uso de sandalias.

1. Las zapatillas de lona son una gran opción

Y sea unas Vans, Jack Purcell, o Soupergaz. Los hombres podrán mantener sus pies frescos en uno de estos hermosos zapatos.

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2. Siente una verdadera comodidad con las alpargatas

Con un origen de más de 13.000 años en Europa, este antiguo zapato es de lo más cómodo y confortable.

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3. Unos sofisticados mocasines

Este zapato popularizado en la década del 50, es ideal para usar en el trabajo los días de calor, también los puedes utilizar en un almuerzo de fin de semana sin calcetines.

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¡Por un verano sin sandalias! (A excepción de la playa)