Podrían ser el equivalente en la época de lo que hoy es Victoria’s Secret.
A comienzos del 1900, el norteamericano Florenz Ziegfeld viajó a Europa. Acá, dando vueltas por diversos cabarets y espectáculos que estaban de moda en la época, donde conoció a Anna Held y se casó con ella. Y fue su mujer y no él, quien planteó la idea de buscar bellezas norteamericanas que replicaran los show europeos, en pleno Broadway, donde Ziegfeld creó “The Follies”.
Ziegfeld Follies.
Y así comenzó una nueva era, de la mano de un nuevo concepto. Todo comenzó el 1907, y en comparación con los clásicos retratos de belleza de esa época, que retratan a mujeres con cuerpo de niñas y rostros tristes, maquilladas de manera dramática, el concepto de Ziegfeld fue más allá: buscó chicas con una belleza más sensual y provocadora, que tuviesen talento y ese toque exótico que ofrecer.
“Antes de ver sus rostros, quería ver cómo caminaban”, dijo una vez, por lo que se puede comparar un poco al proceso de lo que son los ángeles de Victoria’s Secret hoy en día, ya que más allá de todo atributo físico, debe haber una gracia en el movimiento de la mujer.
Ziegfeld Follies.
El escenario (foto superior) cambiaba todos los días para que los espectadores siempre se pudieran sorprender. Y ahí, unas 50 mujeres montaban espectáculos en donde sus voces eran las protagonistas, y se hicieron bastante populares.
Por lo mismo, ya hacia 1920 Ziegfeld contrató al fotógrafo Alfred Cheney Johnston para retratar sus shows y a sus artistas, que realmente rompían con los prototipos de la época. En las imágenes, que fueron tomadas a través de los años, se puede ver cómo son sugerentes intentando ser sutiles, con rostros más suaves de lo que podemos ver actualmente. Aún menos era más. Y es interesante hacer la comparación: