Ella cree ser su madre y él cree que ella es su madre. Estoy hablando de una niña de cinco años llamada Kylie Brown y su pato, Snowflake. Desde el día que Snowflake llegó a casa de Kylie, se volvieron inseparables. Snowflake seguía a la pequeña a todas partes. Era como si la considerara su mamá pato. Dicen, que esto suele suceder con las aves; en sus primeras etapas de vida, pueden llegar a identificarse con un animal más grande que ellos. Y esto fue precisamente lo que le sucedió a Snowflake. Al ser el único pato de la casa, se convirtió en una especie de niño. Y Kylie…Kylie asumió el papel de mamá pato.
Así fueron sus primeros días juntos: Snowflake detrás de Kylie

Y puede parecer cruel que el pato viva con humanos, pero su “madre” y el resto de la familia se han encargado de darle lo mejor
Kylie lo lleva todo el tiempo al lago para que disfrute como un pato normal lo hace.

Y ella le habla en “lengua patuna” cuando quiere que Snowflake regrese

Cuando le preguntan a Kylie sobre el tema, ella contesta muy segura: “Sí, soy su madre”.

Y algunos creerán que está loca, pero en realidad tienen una relación MUY especial

¡Nunca se separan!
De hecho, cuando los padres de Kylie entendieron que el asunto no era negociable para su hija, tuvieron que hacerle un pañal a Snowflake y aceptar llevarlo a todas partes. A lugares permitidos y no tan permitidos.

Snowflake forma parte de sus entrenamientos de fútbol

También pide dulces en halloween (disfrazado del hombre de nieve de Frozen)

Participa de las charlas de amigas en las noches

Esquía con Kylie

Y claro, duerme con ella

Una relación extraña, pero totalmente sincera y desmedida.