La policía de Travis County (Texas, Estados Unidos) recibió una llamada con respecto a una pelea de gallos. En el lugar de los hechos se encontraron 16 aves muertas y otras tantas todavía vivas pero cubiertas con sangre y con varias cicatrices. Aunque algunos gallos estaban en tan mal estado que tuvieron que ser sacrificados, para otros empezó una nueva vida.

El refugio de animales de Austin, Texas, acogió a los animales y les brindó los cuidados médicos necesarios.

La interacción de los gallos con otras personas ha sido positiva, lo cual ha sido una gran sorpresa para los trabajadores del refugio, como en el caso de Kristen Auerbach:
“Tenía todas estas nociones de cómo son los gallos de pelea, que ellos debían ser agresivos con las personas, siempre atentos a pelear y que tú no podías manipularlos. No pude estar más equivocada”. (Vía The Dodo)
Después de permanecer en cautiverio, incluso la posibilidad de dar una caminata es toda una novedad para ellos. Como le ocurrió a Randy, uno de los 26 gallos sobrevivientes.
Primero no sabía muy bien qué hacer:
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Pero luego logró dominar el fino arte de la caminata:
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Por primera vez han podido sentir la luz del sol.

E incluso se quedan dormidos en los brazos del personal del refugio.
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A pesar de que las peleas de gallo son ilegales en todo Estados Unidos, su realización es más que común. En cambio, la rehabilitación de estas aves sí es algo escaso.

Después de que se recuperen, los gallos serán dados en adopción.