El actor Bruce Lee murió en 1973 luego de tomarse una pastilla por un intenso dolor de cabeza. Su hijo Brandon murió 20 años después en pleno rodaje de la película ‘El cuervo’, cuando le dispararon con una pistola de utilería pero que había sido cargada con balas de verdad. Aunque esos hechos parecen no tener conexión, muchos aseguran que hay más relación de la que se piensa debido a una supuesta maldición que recae sobre su familia.
Ambas muertes tienen algunos elementos en común. Bruce Lee falleció poco antes del estreno de “Enter the Dragon”; su hijo, mientras aún rodaba “The Crow”. Las dos películas se convirtieron en éxitos inmediatos. Por su puesto, en los dos casos, las circunstancias son extrañas y ellos mueren jóvenes. Bruce a los 32 y Brandon a los 28 años de edad.
Aunque no se sabe de dónde surgió, existe una teoría paranormal que trata de explicar las muertes de ambos personajes. Según ella, el padre de Bruce fue maldecido, por lo que durante tres generaciones todos los primeros varones de su descendencia directa, morirían jóvenes.
Incluso se dice que la madre del actor asiático le había puesto un nombre de mujer para eliminar la maldición, pero en Estados Unidos fue obligada a inscribirlo con nombre masculino.
Entre el mito de la muerte de Bruce también vinculan a las Triadas Chinas, mafias que controlan a los actores asiáticos y que no habían podido con el artista marcial. Por supuesto nada de eso ha sido comprobado.
En cambio, lo que sí se conoce es que el 20 de julio de 1973, Bruce Lee fue al departamento de la actriz china Betty Ting Pei para una reunión el productor Raymond Chow. Ahí comenzó a sentir un profundo dolor de cabeza por lo que le dieron un analgésico que aparentemente lo dejó inconsciente. Fue llevado al hospital pero ya sin vida.
A partir de ahí, algunos médicos indican que murió por una complicación derivada de un ataque de epilepsia. Otros afirman que falleció a causa de un síndrome de muerte súbita inesperada, derivada de la epilepsia Sudep.
La historia de Brandon, por su parte, es sólo un poco más clara.
En la fatídica escena de la película ‘El Cuervo’, Brandon entraría a su departamento y descubriría a su prometida, siendo golpeada y violada por matones, además recibiría disparos por parte de estos. Para dichas filmaciones se utilizan cartuchos falsos pero por falta de presupuesto se adquirieron balas reales.
En el proceso de desarmarlas para hacerlas aptas para el uso, se mezclaron las balas manipuladas con las balas sin tocar. El resultado fue que se le disparara en el abdomen a una distancia aproximada de 4 metros.
Al ver que el actor no se levantaba, lo llevaron al hospital, donde estuvo más de 5 horas en cirugía pero los intentos por salvarlo fueron en vano.
Ahora sus tumbas permanecen juntas en el cementerio Lake View en Seattle, Estados Unidos. Y ellos pasaron a la historia por sus dotes escénicas y habilidades en las artes marciales.