Luiz Inácio Lula da Silva ha sido uno de los presidentes más importantes en la historia de Brasil. En sus dos períodos como mandatario, logró cosas grandiosas; eso hizo que figuras como Barack Obama lo llamaran “el político más popular del planeta”. Hoy el panorama es distinto. Ese político que había sido tan popular, ahora se ve envuelto en un caso de corrupción que podría destruir su imagen por completo.

Lula niega los hechos, sin embargo, ha tenido que aceptar que la investigación siga su curso y cooperar con lo que sea necesario. Recientemente, la policía fue a buscarlo a su casa para someterlo a un interrogatorio de más de 3 horas. El expresidente dice no temerle a nada, explica que seguirá con su actividad política y que seguirá siendo claro respecto a su pasado.

Al político de 70 años, se le acusa específicamente de dos posibles delitos: lavado de dinero y corrupción. Lo que está siendo muy cuestionado es el Instituto Lula, una entidad sin fines de lucro que él mismo creó hace 5 años. La fiscalía dice que la compañía petrolera estatal Petrobras, pagó 8 millones de dólares a la organización de Lula y a otra empresa relacionada a él. Si esto sigue por el mismo camino, podría terminar siendo un gran caso de soborno que quizás lleve al político tras las rejas.
En la actualidad se intenta dilucidar si el dinero aportado fue a cambio de beneficios. Los investigadores han dicho tener indicios significativos sobre este tema, pero aún no hay nada concreto. Muchos seguidores de Lula se han manifestado para apoyar al expresidente, quien ayudó a millones de brasileños a alcanzar la clase media.

De comprobarse la corrupción, caería uno de los políticos más importantes del último tiempo. Se destruiría la imagen de la persona que en el 2009 fue “el personaje del año” según el periódico Le Monde y El País. En ese tiempo, el Financial Times lo escogió el “protagonista de la década”, y la revista Times lo llamó “la personalidad más influyente del mundo”.

Lula deberá preocuparse de recuperar su popularidad si quiere mantenerse vigente. Uno de sus posibles caminos, es el de convertirse en candidato presidencial para las elecciones del 2018. Sin embargo, todo depende de cómo se desarrolle el caso de corrupción. Es cierto que los brasileños le tienen un gran cariño por haberle devuelto algo de gloria al país, pero pocos seguirán apoyándolo si se descubre que es culpable de los cargos que se le acusan…