Cuando Leigh Anne Arthur se tomó fotos semidesnuda para su marido en San Valentín, nunca pensó que éstas fueran a acabar en los celulares de todos los estudiantes de la Escuela Secundaria del Condado de Unión, en Carolina del Sur, lugar en que solía dar clases. Desde ese preciso momento, todo cambió del modo menos pensado para la profesora.
Uno de sus alumnos robó las imágenes del teléfono de la profesora que fue culpada por el hecho y obligada a renunciar.

Cuando el estudiante de 16 años tomó el teléfono del escritorio de la profesora mientras ella vigilaba los pasillos del edificio, revisó la galería de fotos y encontró las imágenes en cuestión para luego fotografiarlas con su propio móvil y enviarlas a sus compañeros de clase, haciendo que éstas llegaran rápidamente a todos los alumnos de la escuela.
De todas formas, la profesora disculpó públicamente al joven, declarando que “tiene 16. Va a tomar decisiones estúpidas. Todos tomamos decisiones estúpidas a los 16”.
La profesora Arthur contó a WYFF4 –canal televisivo local– que, aunque la política de la escuela obligaba a expulsar al adolescente, sabía que no habían hecho nada con él, mientras que a ella, el Distrito Escolar le obligó a renunciar, explicando que el hecho era su culpa por “dejar su teléfono disponible para los estudiantes“.

El Superintendente Interino David Eubanks incluso llegó a decir que la profesora estaba mintiendo con respecto al caso.
Mientras tanto, los demás estudiantes de la escuela levantaron una petición on-line para que la profesora de mecatrónica (una combinación de ingeniería mecánica, ingeniería electrónica y programación computacional) vuelva cuanto antes a sus labores, explicando que lo ocurrido fue culpa del estudiante que tomó ilegalmente las imágenes.
“Leigh Anne Arthur es víctima de un ataque flagrante a su privacidad. Las fotografías personales fueron obtenidas ilegalmente por un estudiante y fueron enviadas a otros estudiantes en la escuela…”, dice la petición estudiantil que cuenta con más de 16 mil personas apoyándola y que puedes revisar pinchando aquí.

Pese a la movilización de los estudiantes, el Superintendente Eubanks declaró que considera esta petición “insignificante“. Sin embargo, la Policía está tomando cartas en el asunto, ya que el asunto se volvió aún más feo cuando la profesora Arthur recibió copias impresas de las fotografías con mensajes anónimos en su propio hogar.