Nala es una bóxer dispuesta a seguirle la corriente a su pequeña humana en todas sus ocurrencias, como en este caso en el que tuvo que ser la paciente en su juego de doctora. Sentada como una persona, dejó que le tomarán la tensión, luego le revisaron sus oídos y por último la boca. Aunque a la joven aspirante a medicina le falta un poco de tacto, Nala no mostró oposición alguna durante la consulta, que finalizó con un abrazo.
“Amo a mi humana, amo a mi humana, amo a mi humana”

Por fortuna la consulta no tardó mucho.