Kevin tenía una barba frondosa, larga y que hacía enojar a su madre. Ella extrañaba ver su rostro de antes, sin todo ese pelo de por medio. Por eso, para la Navidad, decidió hacerle un regalo sorpresa que sabía que apreciaría más que nadie. Él tomó la máquina afeitadora y comenzó a cortar. Su cara iba cambiando, la piel de sus mejillas y el mentón veía nuevamente la luz.
Después de haber hecho el trabajo, fue a la cocina a esperar a su madre. Ella apareció de repente y su reacción es lo mejor que hay:
Debe haber sido difícil para Kevin tomar la decisión de cortarse su barba, ésta lo acompañó por años y de seguro le había tomado cariño
Kevin aprovechó de jugar con su barba y en un momento llegó a tener un grandísimo bigote
Después hizo un trabajo más fino…
En la cocina, su madre llegó y no pudo creer que el joven fue realmente su hijo Kevin
¡Y ella no pudo hacer más que darle un enorme abrazo!
¿Qué te pareció la sorpresa que Kevin le preparó a su madre?