Hashima, o “Acorazado” en japonés, es una isla abandonada de 65 mil m² ubicada a 100 millas de la costa de Nagasaki. Esta espeluznante columna edificios de concreto fue alguna vez un lugar donde se explotaba el carbón y es el espejo la rápida industrialización de Japón. Su fachada amurallada por edificios era para proteger a la isla de tifones y el fuerte oleaje del mar. Pero no todo es grandioso, este lugar también es un recordatorio de la oscura historia de este país pues se realizó trabajo forzado con paupérrimas condiciones para los obreros durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad Hashima es una ciudad fantasma que alberga una especie de museo de los años setenta a punto de desmoronarse. El daño estructural de los edificios es bastante grave y las calles están llenas de material caído desde las fachadas. Desde cristales, vigas de madera, balcones, cables y trozos de tuberías. A pesar de esto, muchas casas se pueden contemplar tal y como las dejaron sus habitantes, con los platos en el fregadero, las estanterías con sus utensilios y los electrodomésticos como si recién se hubieran dejado de usar.
Incluso en la pared de uno de los edificios un visitante o tal vez un ex-residente dejó escrito:
¿Cuántas décadas pueden haber pasado
desde que Hashima fue abandonada a la putrefacción,
al deterioro, a la ruina y a la desintegración?
La vida no volverá a esta isla.
Un dato curioso de esta isla es que fue utilizada para la grabación de la película de James Bond, Skyfall (2012). Era la guarida del villano de la historia. También fue utilizada para grabar la serie La Tierra sin humanos de History Channel. El 5 de julio de 2015 fue incluida en la lista de Patrimonios de la Humanidad por la Unesco por ser uno de los sitios de la revolución industrial de la era Meiji en Japón: siderurgia, construcciones navales y extracción de carbón.