Cuando Maverick, un pastor alemán de 12 años creía que sus problemas habían terminado, algo aterrador pasó. Así empieza su historia: lo habían abandonado, un auto lo había atropellado y como si fuera poco, había caído en una trampa para mapaches. Después de una desgracia tras otra, consiguió un hogar y seguramente pensó que finalmente todo estaría bien. Pero desafortunadamente no fue así. Maverick salió de su nueva casa (en Missouri, EE.UU.) para ir al baño y después de eso nunca regresó. ¿Qué le pasó? Por accidente, cayó en un sumidero y quedó enterrado vivo.


De alguna forma, Maverick se las arregló para salir de casa y fue ahí cuando cayó a un sumidero que estaba junto a la carretera.
Su dueña cree que se fue enterrando lentamente con cada paso que intentaba dar. Durante tres días, estuvieron buscándolo, pero no aparecía por ningún lado. Creían que tal vez se había caído en un lago que quedaba cerca. Hasta que Lisa Van Valkenburgh, su dueña, escuchó algo. Era Maverick, estaba llorando y pidiendo ayuda con aullido débil. Inmediatamente, la familia intentó hacer algo al respecto, pero tuvieron miedo de que el hoyo colapsara y acabara con la vida de Maverick. Pidieron ayuda.


El pastor alemán estaba enterrado un metro y medio bajo tierra.
Los bomberos lo rescataron después de dos horas de trabajo y tuvieron que llevarlo de urgencias al veterinario. Pasó una hora antes de que pudieran estabilizarlo.
Lo bañaron, lo curaron, lo salvaron de ese horrible accidente.



Y aunque estuvo allí varios días, logró sobrevivir de una forma milagrosa y con muy pocas heridas.
Finalmente regresó a su hogar y está jugando, comiendo y moviendo su cola.

Esperamos que esta si haya sido la última vez. Después de todo lo que ha pasado, merece estar feliz y tranquilo con la familia que más lo quiere.