No sabemos bien quién fue la persona que encontró a este pequeño intruso, pero puedo imaginar cómo fue la situación… probablemente alguien acababa de terminar de hacer sus necesidades e intentó sacar un poco de papel higiénico. Cuando vio que algo no funcionaba bien, ya que el papel parecía estar atascado, abrió la tapa del dispensador y ¡sorpresa! encontró al pequeño inquilino que no quería compartir su preciada cobija. Aunque imagino que no debe haber sido nada simpático encontrarse con algo así con los pantalones abajo…
Y por supuesto para la pequeña zarigüeya que había hecho de este dispensador de papel higiénico su nueva guarida, debe haber sido bastante impactante que de pronto toda la pared de su hogar se abriera de par en par.
El guardaparque del parque Yarra Bend en Australia, también tuvo su dosis de asombro cuando uno de los encargados de limpieza del lugar le envió el siguiente mensaje:
“Hola Cameron. Hay una zarigüeya viviendo en el dispensador de papel higiénico en el área de pic nic de Loop. Gracias”
El siguiente paso fue encontrarle un nuevo hogar al animalito, así que lo colocaron en una caja sobre un árbol, alejado del peligro.
Puede que su nuevo hogar no tenga cañerías ni baldosas… pero al menos se deshizo de ese aroma característico de baños públicos ¿no?