Si te criaron padres estrictos probablemente te perdiste más de alguna fiesta o anécdota pasada la medianoche. O quizá tener que asistir a una pijamada no estaba dentro de tus opciones, pues tus padres no te daban permiso para quedarte fuera de casa. Sí, probablemente sólo querías que llegara el momento adecuado para rebelarte, pero ahora, que ya creciste, te das cuenta de que todas esas reglas te ayudaron a ser quien eres hoy y eso, en definitiva, se lo agradecerás por siempre a tus padres. Lo hacían por tu propio bien.
1. Si estabas fuera de casa te llamaban la mayor parte del tiempo
2. Pobre de ti si se te olvidaba contestar el teléfono
3. Jamás te permitieron quedarte fuera de casa después de la medianoche
4. Siempre hablaban con los padres de tus amigos cuando querías salir
5. Te incomodaba o daba miedo tener que pedirles permiso para salir
6. Te decían que pasabas todo el tiempo en casa, pero si querías salir te lo negaban
7. No podías acostarte demasiado tarde
8. Ni levantarte tarde tampoco
9. Si decías algo gracioso y a ellos no les gustaba, entonces te daban el sermón
10. Tuviste que pedir permiso para tener una pareja y, bueno…
11. De hecho, es muy probable que haya pasado por interrogación por parte de tus padres
12. Le tenías miedo a la chancla, el cinturón o cualquier cosa que tu madre encontrara para llamarte la atención
13. Te iban a buscar a las fiestas a las que fuiste
14. Tuviste que omitirles información más de alguna vez para que no te regañaran
15. Si te atrasabas en la hora de llegada a tu casa tenías que correr antes de que tus padres lo notaran
16. Tus amigos te decían que les preguntaras una y otra vez si te dejaban salir, pero tú ya sabías la respuesta
17. Si tienes el teléfono en la mano, te preguntan con quién hablas tanto y qué quiere
18. Si tenías una mala calificación en la escuela no querías contárselo a tus padres
19. Te enseñaron a ser puntual y responsable
20. Y todas esas reglas fueron usadas por tu propio bien y te convirtieron en la buena persona que eres ahora
