Este pobre y adorable gato japonés llamado Mimo nunca imaginó que al quedarse dormido, una plaga de ratones intentarían comérselo vivo. Es curioso, pues se supone que las cosas funcionan al revés; los gatos persiguen y le ganan a los ratones (excepto en Tom y Jerry). Pero por fortuna no son ratones de verdad y el culpable detrás de estas imágenes es el dueño de Mimo, un joven de 22 años, quien se aprovechó de su dormilona mascota para hacer una divertida sesión de fotos (una no tan divertida para el protagonista de las imágenes).


Además de ser la típica situación del adolescente que dibuja cosas vergonzosas en la cara de su amigo dormido, estas imágenes son divertidas porque el gato ni se dio por enterado.

¿Pero cómo no aprovechar la situación? Mimo tiene un sueño tan pesado, que su dueño vio en él oportunidad perfecta para hacer un registro fotográfico único.

Tengo varias preguntas: ¿cómo es posible que ese gato duerma tan profundo? y ¿de dónde sacó su dueño ese exceso de ratones?