Alexandra Kehayoglou es una artista visual dedicada a desarrollar grandes y particulares esculturas. Resulta que su familia tiene una fábrica de alfombras llamada El Espartano en Buenos Aires y como buena artista decidió convertir un elemento desaprovechado dentro de la fábrica, en una obra extraordinaria y única. Alexandra utiliza las sobras de El Espartano para crear increíbles y sublimes alfombras que imitan la textura del musgo, los pastizales, los árboles, los caminos de tierra y el agua.




A mano, la artista crea verdes y frondosos escenarios que transforman cualquier espacio en un rincón fresco y natural.
El proceso es complejo y largo. Necesita precisión, paciencia y talento para lograr darle cuerpo a sus creaciones.

Sus obras incluyen una gran variedad de memorias y paisajes nativos que la artista ha visitado y quiere conservar por siempre.
Y sus alfombras no sólo cubren los pisos de verde, también fluyen por la pared, creando así un ambiente natural completo.





De vez en cuando, también crea tejidos que invaden los objetos.

Y algo asombroso es que cada una de sus piezas es única.
Tienen patrones exclusivo e irrepetibles que sacan de la rutina y transforman lo cotidiano en magia.


Tan extraordinario es su trabajo, que ha hecho parte de grandes escenarios como la Semana de la Moda en París
¿Pondrías una en tu casa?