Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. Algo que muchas personas heridas suelen planear meticulosamente. Es cosa de ver lo que hizo este sujeto. Su novia lo había engañado con su mejor amigo y éste, por casualidad, había dejado su consola de Nintento Wii en su casa. Si se compara una novia con una consola de video claramente hay muchas diferencias, pero si el tipo alguna vez recuperó su juego tuvo que pasar por una gran tortura. Su ahora ex amigo se lo había empacado de una “cariñosa” manera para devolvérselo.
Este es un paso a paso de la venganza que el mismo tipo decidió compartir en Internet:
Primero compró mucha cinta adhesiva de tipo industrial y bandas de sujeción

Dejó el sensor envuelto en tanta cinta adhesiva como le fue posible y muy bien amarrado con todas las bandas que pudo.


La consola misma de Wii también la empacó de la misma forma. Para asegurarse de que no le sucediera nada.


A los cables les hizo nudos y también se encargo de amarrarlos con bandas de sujeción.


A mi una vez me amarraron una de esas en la muñeca. Me fue muy difícil romperla. No imagino cómo será lidiar con más de 50…

Los juegos también los envolvió muy bien. Usó una bolsa hermética de esas Ziploc para que no les suceda nada.


Luego sobre todo el empaque puso una reja metálica tipo jardín

Empacó todo en una caja que llenó de esas bolitas o cacahuates de espuma para embalajes que suelen ser muy molestas.

Sobre eso puso mucha brillantina que compró en Internet.

Puso más de 12 frascos de brillantina de muchos colores.

Luego puso más basura sobre todo y más brillo aún.

Una trampa mortal que podría arruinar cualquier alfombra.

Y así quedó la caja.
