En la historia, han habido varios fenómenos paranormales que se han tomado su época y entre ellos, hay unos cuantos que no sólo han sido parte de un par de años sino que llegaron a ser una fascinación de varias décadas. Uno de ellos es el yeti, el abominable hombre de las nieves que, cada cierto tiempo, sale de su refugio y vuelve a aparecer en algún paisaje blanco.

Cuando el practicante de trekking de 66 años, Steve Berry, recorría la montaña Gangkhar Puensum, en Bután, jamás se imaginó que fuera a encontrarse con estas huellas que pudieran ser del famoso personaje de la mitología moderna.
“Estábamos a 5.400 metros de altura y éramos los primeros en esa zona”.

Las huellas fueron vistas a cerca de 180 metros (200 yardas, según Berry) y no pudieron acercarse más debido a que los separaba un barranco que imposibilitaba el acceso. Además, el escalador comentó que la inclinación del terreno imposibilitaría a cualquier persona de estar ahí.
“Aunque siempre pensé que eran bobadas, me llamó la atención que sólo fueran dos huellas y no las cuatro que deja un leopardo de las nieves”

Cuando llegó al poblado más cercano y contó la historia, conoció a un pastor de yaks que dijo haberlo visto hace 11 años, a la mitad de distancia que Berry y de frente, pudiendo describir su aspecto detalladamente.
Estaba cubierto de pelo largo de color marrón. Su rostro era como el de un gato o perro peludo y su estatura era la de un ser humano (¿te parece conocido?).

Cuando Channel 4 se enteró del avistamiento de Steve Berry, pidió sus imágenes para la realización de un documental. Sin embargo, hay especialistas que no dan crédito, como Jonathan Downes, el Director del Centro de Zoología Fortean -organización dedicada al estudio de los “animales ocultos“- que consideró interesante el hecho, pero descartó la presencia de algún primate como el yeti.
“Sólo la cabra de montaña podría llegar ahí”, dijo Downes.
El especialista explicó sus dichos comentando que la inclinación -que también mencionó Berry- hacía imposible que un primate bípedo alto pudiera pararse ahí, debido a la altura de su centro de gravedad.
