Muchos de nosotros nos la pasábamos en clase con un cuaderno abierto sin nada escrito, pero lleno de dibujos que nadie más que uno mismo podría entender. A eso se le llama ‘garabatear‘ y, pese a que por años fue mal visto, hoy, la neurociencia, psicología y diseño lo investigan y están dándole el respeto que siempre mereció.

Sunita Brown, autora de “The Doodle Revolution” (‘La Revolución del Garabato’, en español) explica que estos dibujos que, muchas veces, no se entienden, sirven para captar nuevos conceptos y retener información, además de mantener enfocado a quien los hace, además de ser un aliciente para la creatividad.
“Los garabatos son una herramienta del pensamiento y una página en blanco, como un campo de juego para el cerebro”

Brown también habla de cómo los garabatos afectan cómo procesamos la información y resolvemos problemas. Mientras la profesora de Massachusetts, Samantha Wilson, confiesa que a ella le ayudan a aliviar la tensión en reuniones y conferencias, como del aburrimiento.
“Cuando hago garabatos, siento que estoy solidificando mis propias ideas”

La revista médica The Lancer publicó que las personas que garabatean mantienen su cerebro activo más tiempo debido a que utilizan las redes neuronales por defecto. Y el 2009, Psicología Cognitiva Aplicada hizo un estudio pidiéndole a varias personas que retuvieran una lista de nombres para comprobar su utilidad.
Las personas que hicieron garabatos mientras oían los nombres, retuvieron un 29% más que las personas que no lo hicieron.

El Dr. Jesse Prinz se desempeña como profesor de filosofía en el Centro de Graduados de la Universidad de Nueva York y muestra una de las cabezas que suele dibujar mientras oye discursos y las clases a las que asiste.
“Cuando reviso los dibujos, me resulta mucho más fácil reconstruir lo que oí”

Brown también explica que dibujar garabatos es una buena alternativa para aprender y que, además, ayuda a expresar emociones demasiado complejas como para ser transmitidas en palabras. Hoy, la escritora también ayuda a empresas a plasmar sus ideas y mensajes en dibujos con la intención de mejorar su comunicación.
Para algunos especialistas, el garabato es el diálogo entre el cerebro, la mano y el ojo.

Por más beneficiosa que suene, esta técnica no sirve para todo. El 2012, la Universidad de la Columbia Británica pidió a varias personas que garabatearan mientras veían otras imágenes y los resultados no fueron los mismos. La autora del estudio, Elaine Chan, entiende que es porque la atención se divide entre dos tareas visuales, provocando una especie de embotellamiento cerebral.