Cada año se botan más de 34.000 kg de crayones, pero este papá encontró una gran solución.
A Bryan Mare de San Francisco, EE.UU. se le ocurrió una increíble idea para reutilizar los restos de crayones que se botaban en restaurante y colegios.
En el 2011, mientras celebraba su cumpleaños en un restaurante, un mesero trajo a sus hijos unos crayones para que se divirtieran un rato. A raíz de esto, él se preguntó a dónde irían los restos de crayones luego de haberlos utilizado.
thecrayoninitiative
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Al descubrir que los botaban, Bryan creó la organización The Crayon Initiative (Iniciativa Crayon).
A través de esta, se recolectan todas esas sobras (34.000 kg al año), se derriten y se vierten en moldes personalizados especiales para crear 96 nuevos crayones (en cada tanda) gruesos y perfectos para niños con necesidades especiales.
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Los crayones son llevados a las niños de distintos hospitales de California, EE.UU.
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A la fecha, han entregado más de 2.000 cajas de crayones en hospitales.
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“Si estos crayones les dan un escape lejos de ese cuarto de hospital durante diez minutos, hicimos nuestro trabajo”, dijo Bryan.
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¡Maravillosa iniciativa!