Si bien este pollo asado no tiene la piel crujiente que muchos otros tienen, la verdad es que guarda algo mucho mejor: su textura jugosa. Un pollo sobre cocido puede ser realmente malo, pero con esta receta estás muy lejos de eso.
La sal permite que el pollo se cocine sin que este libere su humedad, permitiendo que se transforme en una carne suave y de mucho sabor.
Ingredientes
-1 pollo entero
-4kg de sal gruesa
-4 dientes de ajo
-1 rama de laurel fresco
-2 ramas de orégano fresco
-2 tazas de agua
Preparación
Calienta el horno a 260ºC. Seca el pollo con una toalla de papel, y pon los dientes de ajo y las ramas de laurel y el orégano fresco dentro de su cavidad. Amarra sus patas y sujeta sus alas con un hilo de cocina.
En un bowl mezcla la sal con el agua.
En una fuente para hornear pon una capa gruesa de sal y encima de ésta coloca el pollo. Cúbrelo con el resto de la sal.
Lleva al horno y cocínalo durante 40 minutos. Retira del horno y déjalo reposar durante 10 minutos. Con un palo para amasar o el mango de un cubierto, quiebra la corteza de sal. Retira el pollo y colócalo en otra fuente. Con un pincel sácale el exceso de sal.
Acompaña con arroz o papas.
¿Te apetece?