Se llama Olly Oliver, tiene seis años de edad y tiene un “trabajo” bastante particular en un supermercado en Londres llamado Sainsbury. Lo inusual del asunto es que nadie lo contrató. La primera vez que lo vieron, sólo estaba merodeando por el establecimiento. Como no se permiten gatos en Sainsbury, los miembros de seguridad en la tienda lo sacaron. Pero es un gato y los gatos son los reyes de la Tierra; nos dominan fácilmente. Olly no se sintió intimidado y regresó sin miedo.
Gato camina dentro de Sainsbury en Londres y se niega a irse.

Ahora, Olly se dedica a observar, acechar y juzgar las decisiones de los compradores desde los estantes.

Obviamente es famoso por la zona y todos lo quieren bastante (incluso los trabajadores).
“Vive en la casa de la lado y está acá todo los días, todo el tiempo. No está permitido que esté acá, al staff le gusta, pero es un riegos para la seguridad y la salud. A mí, por lo menos, me gustaría que más tiendas tuvieran gatos visitantes más seguido”.
-Portavoz de Sainsbury-


“¿Estás seguro que quieres llevarte a casa todas esas calorías?”, dice Olly con su mirada.

Y después de un largo día de trabajo y acecho…

Es el jefe de jefes.