Los gimnasios están ganando millonadas a costa de sus clientes, siendo que muchos de ellos ni siquiera asisten a las instalaciones. La publicidad que hacen en torno a su servicio es, a veces, totalmente desproporcionada con lo que uno ve en la realidad. Todo se trata de vender una imagen. Los clientes quedan amarrados a contratos capciosos y no tienen manera de desligarse. Alguien ha querido plasmar eso para concientizar a la población sobre este tema y ha creado el primer comercial honesto:
Atraen a la gente mostrando cuerpos de modelos y a personas “exitosas”…

“Crees que puedes mejorar tu salud con ropa deportiva y determinación, y que puedes comprarla”.

“A veces hacemos que paguen por entrar a una clase adentro del gimnasio por el que ya pagaron”.
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