Probablemente cada vez que sales de la ducha te peinas o arreglas frente al espejo y miras tu apariencia en el reflejo. Quizá sea algo completamente normal e inofensivo para ti. Sin embargo, tu punto de vista podría cambiar luego de que sepas esto.
Según algunos psicólogos, mirar tu cuerpo desnudo en el espejo y enfocarte en los defectos que este tiene sólo provoca que siempre encuentres más defectos o magnifiques aquellos que ya están, lo que causa que dejes de amar a tu cuerpo como deberías.
Así lo afirmó la psicóloga Sari Sheppird al explicar que cada defecto se hace más grande si sólo estás pendiente de él, en lugar de lo positivo.
“Estamos entrenados en nuestra sociedad para pensar en las maneras en las que podemos mejorar, pero mientras más nos concentramos en nuestras falencias, más las aumentamos, y luego vamos a querer evitar mirar nuestros cuerpos por completo”
-Sari Sheppird a Yahoo Health
Y, probablemente, es algo que todos solemos hacer, o al menos la mayoría. Salimos de la ducha y contemplamos nuestro reflejo dándonos cuenta de todos los defectos que tenemos: cicatrices, kilos de más, estatura, entre otras cosas. Todo esto conlleva a que comencemos a evitar querer mirarnos, incluso con ropa, porque no queremos sentirnos mal con nosotros mismos o estar pensando en los defectos que tenemos.