“Sólo hay tres cosas que pueden hacerse con una mujer, usted puede amarla, sufrir por ella o convertirla en literatura” – Lawrence Durrell. Lea bien, jugar con ellas no está en discusión. Usted debe empezar por amarla, primero a su madre, que permitió que usted lea esto hoy, después a sus hermanas, primas, tías… porque todas y cada una de ellas nació de una mujer y tiene el privilegio de albergar vida en su vientre.
Usted debe amarla, tal cual es, con su cabello largo o corto, con o sin maquillaje, delgadita o rellenita, más alta o más baja, enferma o saludable, cuando llora o cuando ríe. Respétela, ámela, cuídela. A su hermana, a su compañera, a su amiga. No la humille al pensar que sólo es un objeto sexual, que va a satisfacer una necesidad de “afecto”, la cual no existe. ¿Piensa que unos besillos, una manoseada y lo que ya calculó para el final le va a traer satisfacción? Sí. Se la va a dar, mucha. Usted es hombre, su testosterona le exige cierta emoción de vez en cuando, cómo no saberlo al verse al espejo, tremendo semental desperdiciándose.
Salga a cazar, vaya a una fiesta o a un bar y consiga una mujer que le va a dejar manosear ese cuerpo que tanta curiosidad le causa, diferente, curvilíneo, misterioso. Con suerte y le deja culminar la salidita con una fantasía suya haciéndose realidad. Vaya, ¿qué espera? Aproveche la barra libre para mujeres y sea un galán. Humíllese. Véndase. Regálese. Saque a bailar a una muchachita tomada y si ponen reggaetón aproveche, es el momento, ahí es cuando nos ponemos calentonas. Como se dice coloquialmente, aprétesela. Y si puede seguir, mejor llévesela a otra parte. Humíllela. Ella quiere. Y usted le está haciendo el favor, pobre, busque una fea, están más necesitadas, son más fáciles. Igual que usted.
Usted va a participar en ese contrato social no hablado, hombres y mujeres van a un lugar, digamos una fiesta creada con ese objetivo, barra libre para las mujeres, así se venden las entradas como espuma, como la espuma de la cerveza que no va a faltar. Todos van a lo mismo, las mujeres toman o se hacen las tomadas, sólo tienen que esperar a que lleguen los lobos hambrientos, otras más “valientes” toman la iniciativa, háganle más fácil ser un idiota y vayan ustedes. No los inviten a bailar, es lo que menos saben o les importa, ellos van a lo que usted y yo sabemos. Besar es maravilloso, es de lo mejor de este mundo, suponiendo un buen aliento y unos dientes limpios. La experiencia no sirve, todos besan diferente, todos saben diferente, todos sienten diferente. Conozca los labios que va a besar, véalos, su forma, su color, ¿le apetecen? ¿o sólo quiere satisfacer su necesidad egocéntrica y completamente egoísta de sentir esa bella sensación? Que no va a ser tan bella, porque no se puede comparar un beso con fulanito a un beso con su pareja, a la que se supone debería amar.
¿Ya vio el color de sus ojos? Claro que no, sólo se fijó en las que estaban más accesibles, fáciles y entre esas la de más trasero o busto es la que gana. ¡No le da vergüenza! Escogiendo personas. NO es ganado. No son hembras. No son güilas. No son doñas. Son mujeres. Como su mamá o su hermana. Como la hija que puede tener algún día y a la que le va a prohibir sin derecho a asistir a esos eventos, usted ya sabe que pasa ahí, usted lo hizo. Hombre no es el que alarga la lista de mujeres que se ha apretado, ni el que se liga dos y hasta tres mujeres en una fiesta. Mujer no es la que se deja manosear por un idiota de éstos, ni la que con sus enormes implantes y su escote quiere llamar la atención de todos. Demasiado maquillaje, pantalones que engañan y sostenes con relleno. Eso tampoco. Músculos, buen carro, cerveza en la mano. ¿Para qué jugar de “macho”? Mejor sea hombre. Mejor sea mujer. Y no se haga el tonto, todos cometemos errores, no se arrepienta, toda experiencia es buena, algo aprendió.
Sólo es una recomendación, pero si quiere ir vaya, lo aliento a que lo intente. Toque. Emborráchese. Siéntase hombre. Siéntase una amazona. Viva el momento hoy. Mañana piense. Esto es rutina para muchos y les gusta. Habrá que ver cuando sean mayores, se pueden sentir plenos porque “vivieron” su juventud o avergonzados porque ven la vida diferente. No los juzgo, no los condeno. No tengo derecho. No tengo ganas. También he hecho cosas que hubiera preferido no hacer, por eso hoy entiendo. Todas las experiencias sirven. Mejor sea valiente, guarde sus labios para alguien que merezca sentir su suavidad, proteja su cuerpo de unas manos que ni saben lo que hacen, ame su dignidad, cuide celosamente su capacidad de amar, no la desperdicie decepcionándose. Piénselo bien, usted está siendo usado. Y usted se pone en esa situación. No aprete, bese. No manosee, abrace. Guarde esos momentos eróticos para alguien que de verdad quiera tocarlo, sentí su piel, su olor. Usted quiere sexo, mejor haga el amor. Espérese, vale la pena, sea responsable y proteja a su pareja y a usted mismo. Le aseguro que no se va a arrepentir, sienta esa satisfacción plena e indescriptible de haber esperado el momento correcto para usted, física y emocionalmente. Si es un adolescente no se ponga a jugar de adulto, no quiera entender situaciones o sentimientos que sólo el tiempo le va a hacer comprender, por qué mejor no se espera a encontrar a alguien que lo complete, que lo haga querer ser mejor. Crezca y haga el amor…una noche loca de vez en cuando alguien que lo ama tal cual es, que quiere tocar su piel desnuda y lo va a cuidar y proteger. Sienta esa pasión y el erotismo, sea romántico. Sea detallista. Eso es afecto, eso es amor. Viva el día, bese, abrace, atrévase, sea valiente con alguien que se ama a sí mismo, esos son los que aman de verdad. Ámese para que conozca el amor. Compártalo. Ame.
Y si quiere sufrir por ella o por él. Sufra. No hay nada de malo. Sufra dignamente. Ese sufrimiento rico, que lo hace llorar y lo deprime. Todo pasa, llore todo lo que pueda. El tiempo lo cura todo. Y hay muchas personas en el mundo que pueden ser lo que usted realmente quiere, espere y verá. Enamórese. Sufra. Sólo se vive una vez, ¡qué más da!, ¿me va a decir que se va a morir algún día sin haberse enamorado? Ame cuantas veces le sea posible, conozca personas, sea fiel, si es infiel es porque usted mismo no se quiere. No se deje lastimar adrede.
Defiéndase, huya de alguien que no lo hace mejor persona, que lo empequeñece. Si ama y lo están lastimando recuerde que usted está primero, sólo usted sabe lo que siente. Escoja bien. Sólo usted conoce sus sueños. No se deje oprimir. Y si usted ama demasiado o sufre demasiado, siempre está la opción de convertirlo en literatura.