Cuando se lucha contra una enfermedad, lo primero que queremos saber es si alguna manera de solucionarlo. Buscamos alguna posibilidad, aunque sea la más remota de todas con tal de que todo vuelva estar bien otra vez. Esto le sucedió a una pareja que se aferró a la vida de su bebé con la esperanza de que iba a salir adelante. A veces no hay otra opción y lo único que se puede hacer es esperar un milagro.
Bella Moore-Williams comenzó a perder mechones de pelo en abril de 2015, cuando tenía sólo 14 meses de edad. Tenía problemas para sentarse y se desplomaba. Ningún examen podía explicar la razón.

Al principio , los médicos pensaron que era asma. Se le recetó un inhalador, pues también sufría de infecciones de pecho.

Pero tres meses más tarde, mientras la familia estaba de vacaciones las cosas se pusieron mucho peor.

El día después de regresar de las vacaciones Bella tuvo que ser ingresada en el hospital de urgencia.

Imágenes de resonancia magnética mostraron que Bella tenía anormalidades cerebrales graves. Se le puso en terapia intensiva y se le diagnosticó con deficiencia de biotinidasa, una enfermedad rara que hace que el cuerpo no produzca biotina, una vitamina que ayuda al crecimiento celular.

La salud de Bella había disminuido tanto que sus padres, Francesca y Lee Moore-Williams, tuvieron que tomar la decisión de sacarle los aparatos de soporte vital. Incluso una orden de “No resucitar” fue firmada.

El 21 de julio de 2015, la familia de Bella se reunió en el hospital para despedirse. Entonces a ella se le retiró el soporte vital. Treinta minutos después, los niveles de oxígeno de Bella estaban de vuelta hasta el 100 por ciento.

Esto dijo su madre:
“Yo estaba sosteniendo su mano sabiendo que faltaba poco pa su último aliento. Podía sentir como se debilitaba su mano y me soltaba, pero entonces ella comenzó a agarrar mi dedo” .
Bella comenzó a patear y gritar. Entonces los médicos ignoraron la orden de “No Resucitar” para mantenerla con vida.

Francesca y Lee estaban diciendo adiós a su hija. Pero luego de cinco meses ya están en casa tranquilos criando a su familia.

Ahora le enfermedad de Bella está siendo controlada con medicación. Ha comenzado a caminar y hablar y su cabello a vuelto a crecer. Incluso la pequeña pudo pasar una Navidad tranquila con su familia:
“Estamos muy felices de estar juntos esta Navidad y sentarnos y verlos abrir sus regalos… Ella ha completado a nuestra familia“.
¡Una hermosa historia de esperanza!