Una de las primeras cosas que aprendemos de niños es silbar. A lo largo de la vida utilizamos los silbidos para expresar agrado o desagrado, reprobar una jugada en el futbol, llamar a un perro, a un taxi, o simplemente para acompañarnos con una melodía mientras damos un paseo. Muchos de nosotros lo consideramos trivial, pero para Christopher Ullman, campeón internacional de silbido, se trata de todo un arte. Acá, un video en el que él mismo explica cuál es la diferencia entre él y un silbador común y corriente.
Algunas técnicas para que practiques tu silbido:
- Mediante los labios fruncidos, dejando un pequeño hueco por el que pasa el aire.
- Hacer vibrar el aire entre la lengua y el paladar.
- Mediante el uso de los dedos, que se introducen en la boca y dan forma a la apertura por la que saldrá el aire, permitiendo que el sonido sea más fuerte
- Doblando el labio inferior hacia dentro y aspirando.
- Haciendo pasar el aire entre los dientes para formar un silbido muy agudo.
