Un divertido e inocente momento que nos demuestra que al final del día, no somos tan diferentes.
Era un día como cualquier otro, y los padres de Isaiah decidieron pasar un buen momento con su pequeño de dos años. Lo llevaron al Zoológico y Acuario de Columbus, en Ohio, donde Isaiah observó maravillado a todos los animales en el establecimiento, pero sólo uno de ellos quedará grabado en su memoria –y en video– para siempre. Mientras pasaba frente a la jaula de los gorilas, llamó la atención de uno de los pequeños gorilas en ella llamado Kamoli. Intrigado por la presencia de Isaiah, Kamoli decidió que era un buen prospecto para su juego favorito: las escondidas.
Peek-a-boo with Kamoli! Thanks to Sherry C. for sharing this video!
Posted by Columbus Zoo and Aquarium on Viernes, 28 de agosto de 2015
En el video se puede ver como los dos pequeños disfrutan jugando juntos a esconderse y encontrarse, como si nada más a su alrededor importara. Están felices, porque han encontrado a un nuevo amigo y por un minuto ellos, y nosotros al otro lado de la pantalla, podemos olvidarnos de las supuestas diferencias que hay entre ambos porque finalmente somos más parecidos que lo que muchos eligen creer. Una escena casi perfecta, si no fuera porque el pequeño detrás del cristal está encerrado en un espacio frío y muy alejado de la realidad de su ambiente natural, donde probablemente nunca pueda conocer el fresco rocío de la mañana al levantarse, ni la armonía de la espesa vegetación a su alrededor o la sensación de libertad al tener un vasto territorio en el que desplazarse sin paredes que limiten su espacio.