Siempre hemos sabido que el vínculo que existe entre una madre y sus hijos es muy especial. La vida te cambia por completo y nunca vuelves a sentir ni a mirar nada de la misma forma. Si bien han existido diferentes estudios y expresiones artísticas sobre la forma en la que se vive la maternidad, nada había logrado capturar de forma tan vívida y real lo que se genera en nuestro cerebro ante el contacto con un hijo como esta imagen capturada por la neurocientífica Rebecca Saxe.
Lo que verás a continuación es la primera resonancia magnética que se ha hecho para observar la actividad cerebral que se da ante el vínculo entre madres e hijos. La resonancia muestra a la propia Saxe y su hijo de dos meses, Percy.

Rebecca Saxe es profesora y se especializa en la parte cognitiva de la neurociencia. En otras palabras, se dedica a estudiar la teoría de la mente o la forma en la que la gente procesa los pensamientos de los demás.
La razón para conseguir esta resonancia magnética, eso sí, no tenía tanto que ver con lo científico. Saxe explica:
“Esta resonancia magnética en particular no fue realizada con propósitos de diagnóstico, ni siquiera la hicimos pensando en la ciencia. Nadie había hecho algo como esto antes y lo hicimos porque queríamos ver cómo se veía”.
Si nos fijamos, hay partes del cerebro de la madre y de su hijo que están iluminadas, demostrando la forma en la que nuestra mente responde al contacto. También es interesante notar que a esas edad, 2 meses, los bebés aún no tienen tanta materia blanca como los adultos, algo que hace que el contacto oportuno con sus madres y otros adultos cobre mayor importancia. Son estas interacciones y estos vínculos lo que convertirán a estos bebés en los particulares adultos del mañana.
La imagen es totalmente fascinante y personalmente me causa mucha ternura pensar que la forma en la que nuestras madres nos cuidan y nos hablan puede tener tanto impacto en nuestra vida futura.